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El conflicto invisible: 335 a￱os de "guerra" entre los Pa■ses Bajos y las Islas Sorlingas sin un solo disparo
2025-07-10

Entre 1651 y 1986, una inusual situación se mantuvo latente entre los Países Bajos y las Islas Sorlingas, un archipiélago británico. Durante más de tres siglos, ambos territorios estuvieron, al menos formalmente, en estado de conflicto, a pesar de que jamás se efectuó un solo disparo o se registró un combate. Este singular episodio histórico, marcado por la ausencia de hostilidades reales, revela las complejidades y a veces lo absurdo de los protocolos diplomáticos. La falta de un tratado de paz específico, tras un conflicto inicial de poca monta, llevó a una \"guerra\" olvidada por la mayoría, hasta que un historiador la sacó a la luz en el siglo XX, culminando en un acuerdo de paz simbólico que puso fin a esta prolongada anomalía.

El origen de esta peculiar \"guerra\" se remonta a mediados del siglo XVII. En 1651, en el contexto de las tensiones políticas y comerciales entre Inglaterra y los Países Bajos, los neerlandeses declararon la guerra a las Islas Sorlingas. Esta acción no se dirigió contra toda Inglaterra, sino específicamente contra este pequeño archipiélago, que servía de refugio a los realistas leales a Carlos I, quienes hostigaban a los navíos mercantes neerlandeses. La declaración de guerra fue más un acto simbólico que una estrategia militar, buscando proteger las rutas comerciales neerlandesas y castigar a los realistas.

Sin embargo, la inminente firma del Tratado de Westminster en 1654, que selló la paz entre la República Inglesa y los Países Bajos tras la consolidación del poder de Oliver Cromwell en Inglaterra, omitió un detalle crucial: no se firmó un tratado de paz particular con las Islas Sorlingas. Dado que el archipiélago regresó bajo la administración inglesa, se asumió tácitamente que el conflicto había cesado. No obstante, desde un punto de vista estrictamente legal, la \"guerra\" con las Sorlingas seguía vigente, ya que la declaración inicial se había hecho cuando las islas operaban bajo una autoridad política diferente a la del Parlamento inglés.

Durante siglos, esta omisión pasó completamente desapercibida. La vida transcurrió normalmente tanto en los Países Bajos como en las Islas Sorlingas, sin incidentes bélicos ni tensiones. No hubo despliegue de tropas, ni maniobras navales, ni siquiera el menor indicio de un conflicto activo. La única evidencia de esta \"guerra\" existía en los polvorientos archivos diplomáticos neerlandeses, un recordatorio formal de una disputa que nadie recordaba.

La situación cambió drásticamente en 1986, cuando el historiador británico Roy Duncan investigó y puso de manifiesto este vacío legal. Su descubrimiento llevó a que las autoridades neerlandesas tomaran cartas en el asunto. En un gesto de buena voluntad y con un toque de humor histórico, una delegación oficial de los Países Bajos viajó a las Islas Sorlingas para firmar un tratado de paz, poniendo fin oficialmente a un conflicto que, si bien duró 335 años, fue el más largo y menos sangriento de la historia conocida. Este curioso incidente resalta la a veces absurda dicotomía entre la formalidad diplomática y la realidad vivida.

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