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Un consorcio de autoridades europeas, encabezado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 de España, ha impulsado una relevante iniciativa para reformar la publicidad ambiental de veintiún aerolíneas. El objetivo primordial es erradicar las prácticas de ‘greenwashing’ o ecopostureo, asegurando que la comunicación sobre sostenibilidad sea veraz, transparente y científicamente respaldada. Esta acción subraya la necesidad de que la industria aérea adopte un compromiso genuino con la sostenibilidad, evitando mensajes ambiguos o engañosos que puedan inducir a error a los consumidores sobre el impacto ambiental de sus vuelos.

Autoridades europeas exigen transparencia ambiental a 21 aerolíneas

En una acción coordinada sin precedentes, el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 de España, en colaboración con sus homólogos de Bélgica, Países Bajos y Noruega, ha liderado una iniciativa de la Red de Cooperación en Materia de Protección de los Consumidores (CPC). Esta movilización tiene como objetivo principal que un grupo de 21 destacadas aerolíneas europeas revise y modifique sus estrategias publicitarias relacionadas con el medio ambiente, buscando eliminar cualquier indicio de “greenwashing” o publicidad ambiental engañosa.

Las compañías aéreas involucradas en esta iniciativa, que incluyen a gigantes como Air France, KLM, Lufthansa, Ryanair, Easyjet y Vueling, deberán implementar una serie de medidas estrictas. Entre ellas, se destaca la prohibición de utilizar imágenes y términos confusos, la obligación de proporcionar datos claros sobre las emisiones de CO2 de sus vuelos, y la exigencia de que toda afirmación ambiental esté sustentada por evidencia científica sólida. Específicamente, se les requerirá:

• Aclarar que las emisiones de CO2 no pueden ser neutralizadas, compensadas o reducidas directamente mediante contribuciones a proyectos climáticos o pagos por combustibles alternativos.
• Usar el término «combustibles sostenibles para la aviación» solo si pueden ofrecer una justificación adecuada.
• Declarar explícitamente que la aviación es una industria de alto impacto contaminante y abstenerse de emplear terminología o iconografía que sugiera una absoluta neutralidad ecológica.
• Precisar las afirmaciones sobre el rendimiento ambiental futuro, estableciendo objetivos con plazos definidos, acciones viables y los tipos de emisiones que se abordarán.
• Garantizar que todos los cálculos de emisiones de CO2 se presenten de manera clara y transparente, conforme a la legislación de la Unión Europea.
• Proporcionar suficiente evidencia científica e información para respaldar cualquier comparación sobre el desempeño ambiental.

Esta campaña, liderada en España por la Dirección General de Consumo bajo la dirección de Pablo Bustinduy, no se limita a estas 21 aerolíneas; busca extender su alcance a todas las compañías con vuelos que operen dentro o fuera de la Unión Europea. Las autoridades de Consumo de cada país miembro se encargarán de supervisar la implementación de estos compromisos según el calendario acordado con cada aerolínea. Adicionalmente, el Ministerio, en coordinación con la Comisión Europea y la Red CPC, desarrollará directrices para clarificar la aplicación del marco legislativo de la UE en materia de consumo a las declaraciones ambientales en el sector de la aviación, promoviendo así la transparencia y ayudando a las aerolíneas a alinear sus prácticas comerciales con la normativa vigente.

Esta trascendental medida subraya la creciente preocupación por la desinformación ambiental y la necesidad de una mayor responsabilidad corporativa. Desde una perspectiva de consumo consciente, es fundamental que las empresas, especialmente en sectores de alto impacto como la aviación, ofrezcan información honesta y verificable. Esta iniciativa no solo protege a los consumidores del engaño, sino que también empuja a la industria hacia una verdadera sostenibilidad, alentando inversiones genuinas en tecnologías y prácticas más ecológicas. Es un paso crucial hacia un mercado más justo y transparente, donde la sostenibilidad no sea solo una estrategia de marketing, sino un compromiso real y medible.