Viajes Culturales

Descubriendo la Alcazaba de Málaga: Un Viaje a Través de la Historia

Tiempo de Publicación : 2025-11-05

La visita a la ciudad de Málaga, en la hermosa región de Andalucía, no estaría completa sin explorar la imponente Alcazaba. Este monumento esencial ofrece una inmersión profunda en la historia y la cultura de la zona, revelando capas de civilizaciones pasadas en un solo lugar.

Ubicado en el corazón histórico de Málaga, muy cerca de la Catedral, se encuentra un impresionante complejo arquitectónico que incluye el antiguo Teatro Romano, la Alcazaba y, en la cima de la colina, el Castillo de Gibralfaro. En la calle Alcazabilla, se concentra un fascinante recorrido por la evolución histórica de la ciudad, desde sus orígenes fenicios hasta la época cristiana. La Alcazaba, un recinto fortificado con suntuosos edificios palaciegos en su interior, fue erigida por los musulmanes en el siglo XI, aprovechando una fortificación fenicia preexistente. Aunque hoy ocupa solo una fracción de su tamaño original, en su apogeo contaba con un formidable sistema defensivo, con torres, matacanas y murallas almenadas. A sus pies, el Teatro Romano, descubierto en 1951, complementa este conjunto histórico. En lo alto, el Castillo de Gibralfaro, construido por los musulmanes en el siglo XIV para proteger la Alcazaba, se conecta a ella mediante murallas que ascienden por la colina. Para acceder a la Alcazaba, una opción práctica es utilizar el ascensor ubicado en la calle Guillén Sotelo, frente al Ayuntamiento. Este te lleva directamente a la parte superior del monumento, desde donde puedes descender a través de sus murallas y explorar sus rincones, finalizando el recorrido en la entrada principal, junto al Teatro Romano, completando así el círculo de la historia malagueña.

Recorrer la Alcazaba es una experiencia enriquecedora, donde cada paso revela la belleza de sus murallas y la elegancia de sus detalles. En su interior, encontrarás un palacete con arcos polilobulados, techos artesonados y un patio con su aljibe, que reflejan la sofisticación de la arquitectura de la época. Desde este palacete, varios miradores ofrecen espectaculares vistas panorámicas de Málaga. A medida que desciendes por el recinto, te maravillarás con los jardines en terraza y los numerosos elementos defensivos que se distribuyen a lo largo del sinuoso sendero, permitiéndote imaginar la inexpugnabilidad de esta fortaleza en su tiempo. Al pasar bajo la torre de la puerta principal, el recinto abierto del Teatro Romano se revela, cerrando el ciclo de las diversas culturas que han forjado la identidad de Málaga. La Alcazaba está abierta al público todos los días, con horarios extendidos de abril a octubre y reducidos de noviembre a marzo. La tarifa de entrada normal es de 7 euros, con una tarifa reducida de 3 euros para residentes de Málaga, niños, estudiantes, jubilados y pensionistas. Si deseas complementar tu visita con el Castillo de Gibralfaro, puedes adquirir una entrada combinada por 10 euros, lo que te permitirá explorar aún más la riqueza histórica de esta fascinante ciudad.

La Alcazaba de Málaga no es solo una estructura antigua; es un testigo vivo de la resiliencia y la creatividad humana. Su belleza y su significado histórico nos inspiran a apreciar el legado cultural que nos han dejado generaciones pasadas, recordándonos que la historia es una fuente inagotable de aprendizaje y asombro.