El sector turístico español ha experimentado un incremento significativo en los costos durante los primeros meses de 2025. Un reciente análisis económico destaca que la planificación de las vacaciones se ha vuelto considerablemente más onerosa, con un aumento promedio del 5.2% en los precios de los servicios turísticos esenciales entre enero y mayo. Esta subida afecta directamente el alojamiento, el transporte y la oferta de restauración, impactando el presupuesto de los viajeros y obligando a muchos a reconsiderar sus opciones de ocio y desplazamiento. La situación actual sugiere una tendencia persistente de alza en los gastos asociados a la actividad turística, a pesar de indicios de una eventual moderación.
De acuerdo con el reciente Informe Sectorial de Turismo de CaixaBank Research, la inflación en el ámbito turístico español se mantiene en niveles elevados, aunque se observan señales de una desaceleración gradual para el año 2025. Los datos recopilados entre enero y mayo indican que los precios promedio de los servicios relacionados con el sector, que abarcan desde hospedaje hasta paquetes de viaje, pasando por el transporte y la gastronomía, han experimentado un ascenso del 5.2%. Pedro Álvarez Ondina, economista de CaixaBank Research, señala que, si bien la tasa interanual de esta inflación ha mostrado una ligera disminución al situarse en el 5.2% (frente al 5.4% del mismo periodo en 2024), la moderación es progresiva y no abrupta.
Esta atenuación en el ritmo de crecimiento de los precios se atribuye principalmente a una menor escalada en los costos de la restauración, los paquetes turísticos dentro del país y, en menor medida, el alojamiento, elementos que poseen un peso considerable en el conjunto de gastos turísticos. No obstante, este alivio se ha visto parcialmente contrarrestado por un renovado empuje al alza en los precios de los vuelos, tanto nacionales, que registraron un incremento del 8.8% entre enero y abril de 2025, como internacionales, con un aumento del 7.6% en el mismo lapso. Otros servicios como el transporte marítimo han visto incrementos aún más marcados, alcanzando un 15.6%.
El informe detalla las variaciones interanuales de precios entre enero y abril, mostrando un panorama diverso: mientras que museos y parques vieron un aumento del 2.9% y conciertos y teatro un 3%, los alojamientos hoteleros subieron un 7.3% y los paquetes turísticos nacionales un 7.5%. De cara al futuro, se anticipa que los precios seguirán una senda de suavización, con la expectativa de que se acerquen a tasas históricamente más estables, en torno al 2%, cifra que era común en el periodo 2018-2019.
El incremento generalizado en los costos de los viajes ha afectado de manera desproporcionada a ciertos segmentos de la población. Las familias, por ejemplo, siguen siendo un grupo minoritario en las reservas, a pesar de un leve repunte en las reservas de último minuto para el verano, que apenas alcanzan el 12% del total de reservas desde abril, según datos de Travelgate. Además, más de la mitad de los ciudadanos españoles, un 55%, han optado por reducir sus viajes o buscar alternativas más económicas en 2025, según el Observatorio Cofidis de Economía. La Generación Z es particularmente afectada, con más de la mitad de sus integrantes dejando de viajar, y un 45% de los millennials reduciendo sus desplazamientos y actividades sociales. Esta tendencia subraya la presión económica que el aumento de precios ejerce sobre los consumidores, alterando sus hábitos de ocio y turismo.