Desde mediados de julio, Dylan Chuat se sumergió en el desafío monumental de 'Move', una destacada vía en la cueva de Hanshelleren, en Flatanger, Noruega. Sus primeros intentos mostraron un progreso prometedor, llegando incluso a dominar la sección final más exigente. Sin embargo, las adversas condiciones climáticas, caracterizadas por altas temperaturas y humedad, obligaron a Chuat a posponer su objetivo principal. Durante este período de espera, el joven escalador suizo no perdió el tiempo, dedicándose a otras rutas complejas que le permitieron mantener su forma y afinar su técnica.
En el transcurso de su preparación para 'Move', Chuat demostró su versatilidad y fortaleza al conquistar otras importantes vías. Logró el primer largo de 'Change P1', una ruta de 9a/+. Según su análisis, y considerando el uso de rodilleras —una técnica no empleada por Ondra en la primera ascensión—, la sección más dura de esta vía podría ser reclasificada a un bloque de 7C, disminuyendo así la dificultad general del primer largo a 9a. Además, Chuat encadenó 'Illusionist' (9a), una vía que describió como “divertida de escalar”, evidenciando su capacidad para afrontar diversos estilos y grados de dificultad mientras aguardaba las condiciones óptimas para su objetivo principal.
Finalmente, el 12 de agosto, las condiciones climáticas ideales se presentaron, permitiendo a Dylan Chuat culminar su proyecto en 'Move' (9b/+). Este ascenso representa la sexta vez que esta icónica vía, establecida por Adam Ondra en agosto de 2013, es encadenada. Chuat se une así a un selecto grupo de escaladores que han repetido esta ruta, incluyendo a Seb Bouin (2019), Alex Megos (septiembre de 2024), Jorge Díaz Rullo y Domen Skofic (mayo pasado). Es notable que, a diferencia de Ondra en su primera ascensión, todos los repetidores, incluido Chuat, han utilizado rodilleras para completar la vía, lo que abre un debate sobre la dificultad comparativa de los encadenamientos.
La travesía de Dylan Chuat hacia el grado 9b/+ comenzó mucho antes de su llegada a Flatanger, concretamente tres años atrás, cuando se fijó el ambicioso objetivo de superar sus límites en la escalada. Tras haber alcanzado previamente el grado 9a, Chuat dio el salto al 9a+ con ascensos como 'Hyper Finale' en Rawl y 'Beyond' en Pic Saint-Loup. Sin embargo, su camino no estuvo exento de dificultades: una lesión de polea en Saint Léger y una gastroenteritis en Oliana fueron algunos de los obstáculos que enfrentó. Pese a las condiciones iniciales desfavorables en Flatanger, su determinación se mantuvo firme, mejorando su resistencia y culminando con éxito en la vía. El día del ascenso definitivo, Chuat abordó la ruta con una serenidad inusual, logrando superar incluso un momento crítico en un agarre pequeño gracias a su concentración y al aliento de sus compañeros.
El éxito de Dylan Chuat en 'Move' no fue solo un logro individual, sino el resultado de un esfuerzo colectivo y el inquebrantable apoyo de sus amigos. Chuat enfatizó cómo el seguimiento constante de sus allegados y su motivación compartida fueron pilares esenciales para su triunfo. Para él, este hito no solo representa una victoria personal, sino un éxito conjunto, un testimonio de la fuerza que emana de la comunidad y la camaradería en el mundo de la escalada. La contribución de sus amigos, que vivieron cada fase de su progreso, le proporcionó una energía vital que lo impulsó hacia la cadena final. La carrera de Chuat, marcada también por sus éxitos en competiciones nacionales, incluyendo múltiples títulos suizos en Dificultad y Boulder antes de centrarse en la escalada en roca en 2021, demuestra su profunda dedicación y talento en este deporte.