Hace no mucho tiempo, la habilidad de codificar era vista como la llave al éxito profesional, prometiendo oportunidades laborales atractivas, salarios generosos y vías de ascenso. Sin embargo, el panorama actual difiere sustancialmente. Aunque los desarrolladores siguen siendo valorados, la demanda se inclina hacia aquellos con un dominio profundo y una capacidad de adaptación a las innovaciones tecnológicas, especialmente la inteligencia artificial.
La IA está transformando rápidamente diversos sectores, y el ámbito de la programación no es la excepción. Herramientas avanzadas como ChatGPT y Copilot ahora pueden generar código e incluso desarrollar videojuegos, lo que ha llevado a figuras prominentes como el CEO de NVIDIA a cuestionar la relevancia de la programación tradicional en 2025.
Pocas voces tienen tanta autoridad en el campo de la inteligencia artificial como Jensen Huang. Como cofundador y líder de NVIDIA, su influencia se extiende desde las tarjetas gráficas para videojuegos hasta ser el principal proveedor de chips para la IA. Esta posición privilegiada ha consolidado su fortuna y su perspectiva única sobre el futuro tecnológico.
Durante la Cumbre Mundial de Gobiernos en Dubái, Huang sorprendió al afirmar que la antigua noción de que todos deberían aprender a programar es ahora \"exactamente lo contrario\". Sostiene que el objetivo es crear tecnología que elimine la necesidad de codificación, haciendo del lenguaje humano el nuevo lenguaje de programación. Según él, la IA ha democratizado la programación, convirtiendo a todos en desarrolladores.
Aprender un lenguaje de programación puede ser un proceso largo y complejo, con cientos de lenguajes existentes. Sin embargo, la inteligencia artificial ya demuestra la capacidad de codificar en decenas de ellos, como lo confirma ChatGPT, que maneja más de 50 lenguajes. Esta habilidad reduce significativamente la barrera de entrada para la creación de software.
Con modelos de IA como GPT-5 mejorando continuamente en tareas de codificación, muchos desarrolladores están utilizando estas herramientas para aumentar su productividad, delegando las tareas más rutinarias. Aunque la inteligencia artificial aún no reemplaza por completo la experiencia humana, el hecho de que una parte significativa del código de empresas como Microsoft sea generado por IA, plantea un futuro incierto para los programadores tradicionales.