La destacada escaladora Lara Neumeier ha añadido un logro monumental a su ya impresionante trayectoria, al conquistar la exigente ruta 'End of Silence' en los majestuosos Alpes bávaros. Este hito no solo reafirma su estatus como una de las escaladoras más talentosas de su generación, sino que también la posiciona a un paso de completar la codiciada Trilogía Alpina. Su perseverancia y enfoque metódico, evidentes en las semanas de preparación y los siete días dedicados a la vía, han culminado en un éxito rotundo, abriendo un nuevo capítulo en la historia de la escalada femenina en grandes paredes.
El pasado 26 de agosto, en el imponente escenario de los Alpes alemanes, la audaz escaladora Lara Neumeier completó con éxito el ascenso de 'End of Silence'. Esta legendaria ruta, ubicada en el desafiante Feuerhörndl en la región de Berchtesgaden, se extiende a lo largo de 11 largos y abarca 360 metros de desnivel, con tramos que alcanzan una dificultad de 8b+. Creada por el afamado Thomas Huber en 1994, 'End of Silence' se consolidó rápidamente como una de las vías de varios largos más difíciles de la cordillera alpina, formando parte de la célebre Trilogía Alpina, junto con 'Silbergeier' de Beat Kammerlander y 'Des Kaisers neue Kleider' de Stefan Glowacz.
La ascensión de Neumeier marca un hito significativo, ya que es apenas la segunda mujer en lograr esta proeza, siguiendo los pasos de su colega y amiga Babsi Zangerl, quien consiguió la primera ascensión femenina en 2012. La conexión entre ambas escaladoras es profunda, habiendo compartido cuerda hace dos años en Yosemite para escalar libremente El Capitán a través de una combinación de las vías 'Muir Blast' y 'El Corazón'. Además, la primavera pasada, Lara Neumeier ya había acaparado titulares al realizar la primera ascensión femenina de 'Psychogramm' (8b+ trad) en Bürser Platte.
El relato de Neumeier sobre su experiencia con 'End of Silence' revela la intensidad del desafío. Después de encadenar 'Silbergeier' en junio, su motivación estaba en su punto álgido. Junto a Romy Fuchs, enfrentó una aproximación de dos horas y media hasta la base de la pared. Durante dos días iniciales de escalada, superaron obstáculos como roca resbaladiza y movimientos extremadamente complejos que demandaban una precisión milimétrica. Tras una interrupción forzada por maniobras militares, un evento de escalada y una infección que la mantuvo inactiva durante tres semanas, Neumeier regresó al macizo. A mediados de agosto, acompañada por Tobi Ebner, logró recorrer todos los largos, aunque el noveno presentó un desafío particular debido a un diminuto agujero para los dedos que le recordó una antigua lesión. Sin embargo, esto no mermó su espíritu. Una semana después, revisó los largos clave con Manu Papert, perfeccionando su técnica y sintiéndose preparada para el intento definitivo desde la base.
El día decisivo, un martes, las condiciones eran ideales y su motivación inquebrantable. A pesar de un inicio complicado con una caída en el primer largo, Neumeier no se rindió. Su compañero, Steven Hilger, la ayudó a reiniciar, y en su segundo intento, la determinación se impuso. A partir de ese momento, encadenó cada largo a vista, ascendiendo desde las 9:30 de la mañana hasta alcanzar la cima a las seis de la tarde. Con la conquista de 'End of Silence', Neumeier ha completado la segunda parte de su ambición de dominar la Trilogía Alpina, teniendo ya en su haber 'Silbergeier'. Solo le resta 'Des Kaisers neue Kleider' en el Wilden Kaiser para unirse a Babsi Zangerl como las únicas mujeres en completar esta icónica tríada de rutas.
La gesta de Lara Neumeier no es solo una victoria personal, sino un testimonio inspirador del poder de la perseverancia y la dedicación en el montañismo. Desde la perspectiva de un entusiasta de la escalada, su ascenso de 'End of Silence' y su inminente logro de la Trilogía Alpina demuestran que los límites son, en muchos casos, percepciones a superar. Nos enseña la importancia de la paciencia en el proceso, la resiliencia ante los contratiempos, ya sean meteorológicos, físicos o técnicos, y la vitalidad de la estrategia y la preparación meticulosa. Además, el hecho de que sea la segunda mujer en alcanzar esta cima, siguiendo los pasos de una amiga, subraya la importancia de la comunidad y el apoyo mutuo en disciplinas tan exigentes. La historia de Neumeier es un eco de la frase que reza que el verdadero éxito no se mide solo por la meta alcanzada, sino por el camino recorrido y los desafíos superados, recordándonos que cada caída es una oportunidad para un nuevo intento y cada cumbre, una invitación a soñar más alto.