El concepto de viaje, en su sentido más amplio, abarca la curiosidad por desentrañar nuevas culturas y conocimientos. Dentro de esta premisa, el turismo relacionado con la tauromaquia se erige como una vía distinta para comprender la herencia del toro. A diferencia de los eventos en las plazas, esta modalidad de turismo permite a los visitantes adentrarse en el día a día de una ganadería de toros de lidia. Durante este encuentro, se tiene la oportunidad de observar de cerca la vida del toro bravo, admirar su porte y aprender sobre sus costumbres y el entorno en el que se desarrollan. Esta vivencia está disponible en diversas regiones de España, como Andalucía, Extremadura y la provincia de Salamanca.
Nuestra propia travesía nos condujo a la ganadería Jandilla, ubicada en las proximidades de Vejer de la Frontera, en Cádiz. Esta experiencia nos permitió apreciar la faceta menos conocida del toro bravo, alejándonos de las controversias que a menudo rodean los espectáculos taurinos. Es importante destacar que los toros de Jandilla pertenecen al linaje Domecq, de origen en Ciudad Real, una de las estirpes más predominantes a nivel global. La visita a la ganadería ofrece una visión detallada de cómo se gestiona esta actividad, muchas veces compleja y donde la rentabilidad es un desafío. La finca de Jandilla se extiende por un vasto paisaje a los pies de Vejer de la Frontera, enclavada en uno de los mayores olivares silvestres del mundo.
La cría del toro bravo es una práctica extensiva, donde los animales se nutren directamente del entorno natural, en un ecosistema de dehesa. Durante la visita, los asistentes pueden presenciar de cerca las rutinas diarias de la ganadería, como el entrenamiento de los toros ya preparados para la lidia, que recorren varios kilómetros al día. También es posible observar cómo se les proporciona alimento y las labores que se realizan en el tentadero, un espacio fundamental donde se evalúa la bravura de los becerros, pieza clave en la selección de los futuros ejemplares de lidia.
España ofrece múltiples alternativas para quienes deseen explorar el mundo de las ganaderías de toros bravos en Andalucía, Extremadura y Salamanca. Estas excursiones suelen tener una duración de entre hora y media y cinco horas, siempre bajo la guía de un experto. El recorrido incluye un paseo por la finca y, en ocasiones, el acceso al tentadero, la pequeña plaza donde se evalúa la valentía de los jóvenes toros. A menudo, estas visitas se complementan con la degustación de aperitivos típicos de la región. Entre las opciones disponibles, destacan la ganadería Jandilla cerca de Mérida en Extremadura, las ganaderías Miura y Osborne en Sevilla, y la ganadería Victorino Martín en Cáceres. Otra fascinante propuesta es la ruta en Huelva, que combina la visita a una ganadería con un recorrido por la aldea de El Rocío, el Parque Nacional de Doñana y una bodega local para degustar vinos. Finalmente, también se pueden visitar las ganaderías Cebada Gago en Medina Sidonia, Cádiz, y Garcigrande en Salamanca.