El término 'Luna de Sangre' evoca una imagen mística, pero en el ámbito astronómico, designa un eclipse lunar total. Este extraordinario suceso ocurre cuando la Tierra se posiciona directamente entre el Sol y la Luna, proyectando una sombra sobre nuestro satélite. La singular coloración rojiza que adquiere la Luna durante este evento se debe a la atmósfera terrestre, la cual desvía y filtra la luz solar; las longitudes de onda más largas, como el rojo y el naranja, atraviesan esta capa y se refractan hacia la superficie lunar, mientras que las longitudes de onda más cortas, como el azul, se dispersan con mayor intensidad. El resultado es un satélite teñido de carmesí, una visión cautivadora desde nuestra perspectiva en la Tierra.
El próximo eclipse lunar total, prometiendo ser uno de los más impactantes en años recientes, está programado para la noche del sábado 7 al domingo 8 de septiembre de 2025. Este evento se producirá apenas 2.7 días antes del perigeo lunar, el punto más cercano de la órbita de la Luna a la Tierra. Aunque la diferencia de tamaño percibido será mínima, el eclipse se anticipa con colores intensos y una notable oscuridad, a medida que la luz solar se filtre a través de la atmósfera terrestre y se proyecte hacia la Luna, generando ese esperado efecto rojizo que lo distingue.
Para cuantificar la luminosidad y el aspecto de los eclipses lunares, se utiliza la escala de Danjon, una clasificación ideada por el astrónomo francés André-Louis Danjon en 1921. Esta escala va desde L = 0, indicando un eclipse extremadamente oscuro donde la Luna casi se desvanece, hasta L = 4, que describe una apariencia muy brillante, anaranjada o cobriza. Cada valor intermedio, L = 1, L = 2 y L = 3, representa gradaciones de tonos grisáceos, pardo-rojizos o un rojo intenso, respectivamente, ofreciendo una medida estandarizada para describir la magnificencia de estos eventos celestes.
La 'Luna de Sangre' del 7 de septiembre de 2025 será un espectáculo visible en una vasta extensión del planeta. Desde la Antártida hasta Australia, pasando por Asia, el Pacífico occidental, el Índico, Europa, el Atlántico oriental y África, una gran parte de la población mundial tendrá la oportunidad de presenciar este fenómeno. Aunque Norteamérica no disfrutará de la vista completa, las zonas más occidentales de Alaska sí podrán apreciar una fase parcial. La calidad de la observación, sin embargo, dependerá en gran medida de las condiciones meteorológicas locales y de la contaminación lumínica, aunque incluso desde entornos urbanos, un punto elevado y despejado permitirá una excelente contemplación.
En España, el Instituto Geográfico Nacional ha confirmado que el eclipse total se iniciará a las 19:31 y culminará a las 20:53, con su punto culminante a las 20:11. La mayor parte del país tendrá el privilegio de observar la totalidad del eclipse, a excepción de las regiones más occidentales de Galicia y las Islas Canarias, donde la fase total habrá concluido antes de la salida de la Luna. Con una duración de aproximadamente 83 minutos en su fase total, este eclipse se posiciona como uno de los más prolongados y espectaculares de la década, marcando el segundo y último eclipse lunar visible desde España en el año.
Para aquellos que deseen sumergirse en la experiencia del eclipse lunar total, hay algunas recomendaciones clave a considerar. A diferencia de los eclipses solares, la observación de un eclipse lunar es completamente segura a simple vista y no requiere de gafas especiales. Para los entusiastas de la fotografía, se aconseja utilizar una cámara o un smartphone con trípode, ajustando la ISO y el tiempo de exposición para capturar imágenes nítidas de la Luna rojiza. Además, aplicaciones astronómicas como Star Walk, Stellarium o SkySafari pueden ser de gran ayuda para localizar la Luna y planificar la observación en su ubicación específica, asegurando una experiencia inolvidable bajo las estrellas.