El crecimiento exponencial del turismo estadounidense en España ha sido objeto de un estudio exhaustivo, publicado en la prestigiosa revista 'Economía Industrial'. Este análisis, liderado por Magí Castelltort, consejero de Turismo de Turespaña en Nueva York, revela los elementos cruciales que dictan el comportamiento del gasto de los visitantes de Estados Unidos. La investigación profundiza en la interacción de variables macroeconómicas con el sector turístico, a la vez que examina la adaptabilidad de la oferta hotelera y la diversidad de destinos españoles.
Se identificaron cuatro pilares macroeconómicos que modelan el desembolso de los turistas. En primer lugar, el empleo en Estados Unidos se correlaciona directamente con un aumento en el gasto turístico, lo que subraya la importancia de la estabilidad laboral. En segundo lugar, los ahorros de los consumidores, ya sea en depósitos bancarios o bonos, actúan como un colchón financiero que permite un mayor gasto, incluso superando la influencia de la bolsa de valores. En tercer lugar, las tasas de interés, sorprendentemente, pueden potenciar el gasto turístico si los niveles de ahorro son elevados, como se ha observado en el periodo pospandemia. Finalmente, el tipo de cambio, aunque menos influyente de lo esperado, adquiere relevancia cuando coincide con altos ahorros y tasas de interés elevadas. A nivel microeconómico, la investigación distingue entre hoteles premium, que priorizan los ingresos por cliente y muestran una resiliencia económica notable, y hoteles no premium, que se centran en maximizar la ocupación y son más vulnerables a las fluctuaciones del mercado laboral. En cuanto a los destinos, ciudades como Barcelona y Madrid se consolidan como grandes centros turísticos, mientras que lugares como Mallorca e Ibiza emergen como destinos premium por excelencia, y otros como San Sebastián, Valencia y Bilbao muestran un potencial creciente.
El estudio concluye que el notable incremento en el gasto turístico estadounidense en España, que se ha triplicado en las últimas dos décadas, no es solo fruto de la promoción turística, sino de una compleja interconexión de factores macroeconómicos y la estrategia de adaptación del sector hotelero. Este entendimiento profundo de las fuerzas impulsoras del mercado permite a España optimizar su oferta y posicionarse como un destino líder, fomentando un turismo más próspero y sostenible, y demostrando cómo la resiliencia y la adaptabilidad son esenciales para el éxito en un mercado global dinámico.