La proliferación de propiedades destinadas al alquiler vacacional en regiones turísticas de Quintana Roo, como Cancún, Playa del Carmen y Tulum, ha generado una presión a la baja en los precios de estas estancias. Esta situación contrasta marcadamente con la estabilidad, e incluso el incremento, de las tarifas en destinos como Los Cabos y Puerto Vallarta, donde los costos de alojamiento superan significativamente los del Caribe mexicano. Expertos del sector inmobiliario han señalado esta tendencia, destacando cómo la gran cantidad de unidades disponibles está impactando directamente en la rentabilidad de las inversiones, a pesar de una demanda turística constante en la zona.
De acuerdo con análisis recientes, la tarifa promedio de las propiedades en renta en Quintana Roo se sitúa por debajo de la de otros enclaves turísticos relevantes en el país. Arturo Garcidueñas, socio regional de 4S Real Estate en la península, ha enfatizado que esta disminución es particularmente notoria en las unidades de una sola habitación. Un estudio llevado a cabo por su firma revela que solo en la plataforma Airbnb, la zona que abarca Cancún y la Riviera Maya cuenta con más de 17,000 anuncios activos para alquileres vacacionales. Las tarifas oscilan entre los 141 y los 165 dólares por noche.
En oposición a esta realidad, Puerto Vallarta, con una oferta ligeramente inferior de casi 16,000 unidades, registra una tarifa promedio de 327 dólares por noche, lo que lo posiciona con una rentabilidad superior en comparación con el Caribe mexicano. Aún más llamativo es el caso de Los Cabos, que, con apenas cerca de 4,000 propiedades disponibles, mantiene una tarifa promedio de 295 dólares, casi el doble que en Cancún y Playa del Carmen. Esta diferencia subraya la saturación del mercado en Quintana Roo.
El crecimiento exponencial de las unidades de alquiler, especialmente en lugares como Tulum, ha sido un factor clave en esta dinámica. Un informe del Centro de Investigación Avanzada en Turismo Sostenible (STARC) de la Universidad Anáhuac indicó que, a principios de 2025, existían más de 83,000 propiedades vacacionales en Quintana Roo a través de diversas plataformas. Sin embargo, solo una fracción de estas, aproximadamente 24,500, registraron al menos una reserva durante el período analizado. Esto significa que la cantidad de alquileres disponibles en el Caribe mexicano es cinco veces mayor que en Puerto Vallarta y 21 veces superior a la de Los Cabos.
A pesar de este panorama de sobreoferta y la consecuente caída de las tarifas promedio, el sector de alquileres vacacionales en Playa del Carmen ha mostrado una notable resiliencia. Nicole Álvarez, presidenta de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) en el municipio, informó previamente sobre niveles de ocupación superiores al 70% en junio, en un contexto económico global desafiante. La afluencia constante y diversa de turistas, tanto nacionales como internacionales, junto con las iniciativas de promoción turística y la organización de eventos, han contribuido a mantener una demanda robusta en la región.
La situación actual en el mercado de alquileres vacacionales de Quintana Roo destaca la necesidad de un equilibrio entre la oferta y la demanda para asegurar la sostenibilidad y la rentabilidad a largo plazo. Mientras destinos con una oferta más controlada disfrutan de tarifas elevadas, la saturación en el Caribe mexicano exige estrategias innovadoras para atraer y retener a los visitantes, garantizando la viabilidad económica de las propiedades en renta a pesar de la competencia creciente.