En el panorama actual, la industria turística se enfrenta a la percepción de una falta de compromiso, a pesar de sus considerables esfuerzos en responsabilidad social y medioambiental. Voces destacadas del sector, como Gloria Juste de Palladium Hotel Group, enfatizan el profundo compromiso de sus equipos hoteleros con la mejora de los entornos locales, tanto social como ecológicamente. Reconociendo el impacto inherente de su actividad en las comunidades, se están implementando acciones significativas para minimizarlo. Paralelamente, Jorge Marichal, presidente de CEHAT, insta a una comunicación estratégica para validar el arduo trabajo del sector en pro de la sostenibilidad, argumentando que a menudo se exige más a la hotelería que a otras industrias. Es crucial que el sector se posicione proactivamente, no solo en la implementación de prácticas sostenibles, sino también en la divulgación de estos avances, transformando la narrativa pública para reflejar su verdadera dedicación.

La búsqueda de la sostenibilidad en la hotelería no es solo una obligación, sino una oportunidad estratégica que abarca el propósito empresarial, la diversidad y la rentabilidad. La certificación 'S', impulsada por el ICTES, valida los hechos concretos del sector en materia de sostenibilidad, proporcionando una visibilidad y un reconocimiento esenciales. José Guillermo Díaz Montañés, CEO de Artiem Hotels, destaca cómo un propósito claro, centrado en generar prosperidad para todos los grupos de interés, se convierte en una ventaja competitiva. Además, la diversidad emerge como un motor clave para el dinamismo y la innovación, generando un impacto positivo tanto interno como externo, y atrayendo a una clientela cada vez más consciente. La felicidad del empleado, o 'Fresh People' como los denomina Artiem, se traduce directamente en la satisfacción del cliente y, por ende, en la rentabilidad, demostrando que la responsabilidad social y la viabilidad económica pueden ir de la mano.

El sector hotelero, un verdadero pionero en Europa, debe sentirse orgulloso de sus logros, pero sin caer en la complacencia. La capacidad de llegar a un gran número de personas confiere una responsabilidad inmensa y un potencial transformador. A pesar de las constantes y elevadas exigencias, la industria hotelera sigue liderando con el ejemplo, demostrando que la sostenibilidad no es un mero eslogan, sino una práctica arraigada que impulsa el progreso y beneficia a la sociedad en su conjunto. Este compromiso integral sienta las bases para un futuro turístico más justo, inclusivo y resiliente, donde la prosperidad económica se alinea con el bienestar social y ambiental, generando un impacto positivo duradero.