Aventura y Naturaleza
Revelado el microbioma más antiguo: ¿El ADN bacteriano de mamut reescribe la historia de su extinción?
2025-09-03

En un descubrimiento que redefine nuestra comprensión de la vida prehistórica, científicos han logrado secuenciar material genético bacteriano de fósiles de mamut con una antigüedad de hasta 1.1 millones de años. Este avance no solo aporta nuevos datos sobre los antiguos habitantes del Ártico ruso, sino que también reabre el debate sobre los factores que llevaron a la desaparición de estos imponentes mamíferos. El estudio profundiza en las comunidades microbianas que coexistieron con los mamuts, sugiriendo que patógenos microscópicos podrían haber desempeñado un papel silencioso, pero crucial, en su declive biológico.

La hazaña, lograda por un equipo internacional que incluye investigadores vinculados a la empresa Colossal, conocida por sus esfuerzos en la \"desextinción\" de especies, se basa en el análisis de 483 restos fósiles de mamuts esteparios. Estos ancestros de los mamuts lanudos europeos y los mamuts colombinos americanos han proporcionado fragmentos de ADN de más de 300 microorganismos. De particular interés son seis linajes bacterianos que, a diferencia de simples contaminantes post-mortem, parecen haber sido habitantes comunes en los mamuts durante su existencia. Algunos de estos, como Pasteurella, Streptococcus, Actinobacillus y Erysipelothrix, poseen un potencial patógeno significativo. Por ejemplo, ciertas variantes de Pasteurella son actualmente responsables de septicemias letales en elefantes africanos, parientes vivos de los mamuts.

Este descubrimiento es un hito, ya que representa la recuperación del ADN bacteriano hospedado más antiguo documentado hasta la fecha. El análisis molecular, junto con los patrones de conservación y la reconstrucción parcial de genomas, ha permitido a los científicos concluir que estas bacterias eran componentes activos dentro de los tejidos de los mamuts en vida. Un ejemplo destacado es la detección de trazas del genoma de Erysipelothrix en la muela más antigua hallada en el permafrost de Adycha. Esta bacteria, hoy presente en la boca de caninos y porcinos, es conocida por causar endocarditis al ingresar al torrente sanguíneo, lo que subraya la posibilidad de que tales infecciones fueran un factor de estrés para las poblaciones de mamuts.

A pesar de la fragmentación del material genético, un desafío considerable, la sofisticación de las técnicas de secuenciación ha permitido superar la escasez de ADN viable en los restos más antiguos. El valor de esta investigación no se limita al mero asombro de lo ancestral, sino que abre nuevas avenidas para el estudio de no solo los genomas de los mamuts, sino también sus microbiomas completos, ofreciendo una visión integral de las interacciones biológicas que definieron su ecosistema interno.

El horizonte de este campo de investigación plantea dilemas éticos importantes. La posibilidad de reconstituir estos microbios, aunque lejana por la fragmentación genómica actual, evoca preguntas sobre la viabilidad y los riesgos de \"resucitar\" bacterias extintas y su posible impacto en la salud de organismos vivos, incluidos los humanos. La participación de entidades como Colossal, con su historial de experimentos controvertidos como la creación de ratones con pelaje de mamut y el anuncio de la \"resurrección\" del lobo gigante, subraya la naturaleza de vanguardia y a menudo polarizante de estas investigaciones. No obstante, el conocimiento derivado de tales experimentos está, sin duda, expandiendo las fronteras de la ciencia moderna.

En última instancia, este estudio no solo nos conecta con un pasado distante, sino que también funciona como un espejo de nuestras aspiraciones contemporáneas: la búsqueda de lo perdido, el desciframiento de las simbiosis ocultas que moldearon la vida de especies ya desaparecidas, y la exploración de cómo esos ecos biológicos podrían influir en nuestro futuro.

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