Una jornada calurosa como muchas otras en Playa Granada, Motril, se vio abruptamente alterada. Tras quince días de intensa ola de calor, la población estaba acostumbrada al ambiente sofocante, pero nadie anticipaba que el cielo se oscurecería de repente, desatando ráfagas de viento que rozaron los 100 kilómetros por hora. Este incidente marcó el domingo 17 de agosto de 2025 como el día más cálido registrado en Andalucía, con varias localidades superando los 45ºC, según datos preliminares de la AEMET.
Aunque las previsiones apuntaban a tormentas aisladas y una masa de aire fresco para el día siguiente, Playa Granada experimentó un suceso meteorológico extremo e imprevisible. La alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro, alertó a la población a través de sus redes sociales sobre un “reventón térmico con vientos casi huracanados”, instando a la precaución y a no salir a la calle.
La situación en la playa escaló rápidamente, llevando a la evacuación de aproximadamente 5,000 personas en tan solo veinte minutos, según informes del periódico local Ideal. Los videos compartidos en redes sociales revelan la magnitud del evento. La emergencia fue particularmente crítica para quienes se encontraban en el mar, practicando deportes acuáticos. Sin embargo, la pronta y efectiva intervención de socorristas y equipos de salvamento marítimo, junto con el apoyo de embarcaciones, fue crucial para evitar una tragedia.
Aunque superficialmente pueden confundirse con tornados, los reventones térmicos tienen un origen distinto, emergiendo como corrientes descendentes dentro de una tormenta. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) define el reventón térmico como un caso particular donde una corriente descendente de aire, tras atravesar una capa cálida y seca, encuentra una capa fría y estable cerca del suelo. Esto provoca un calentamiento repentino e intenso del aire, con un aumento de temperatura superior a los 5ºC en pocos minutos. A diferencia de otros fenómenos, el reventón térmico no suele estar asociado con precipitaciones, ya que el agua contenida en el aire descendente se evapora antes de alcanzar la superficie, generando una ráfaga cálida y sorpresiva.
Afortunadamente, la alcaldesa de Motril confirmó la ausencia de daños personales, agradeciendo la colaboración que evitó un desenlace peor. A pesar del susto, Andalucía se prepara para un descenso de temperaturas, aunque se esperan máximas de hasta 36ºC. No obstante, el principal riesgo meteorológico a nivel nacional sigue siendo el de incendios, con gran parte de España bajo alerta máxima, salvo algunas zonas costeras y del interior norte, donde las temperaturas son más moderadas.