En un momento de creciente debate sobre el impacto del turismo, una investigación reciente de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria arroja luz sobre la relación positiva entre el desarrollo turístico y el bienestar de los habitantes en diversas regiones europeas. El estudio, que examinó 197 áreas económicas del continente, concluye que el turismo no solo es una fuente de ingresos, sino también un catalizador para la mejora de la calidad de vida, especialmente notable en zonas con una fuerte tradición industrial, así como en aquellas con economías centradas en la producción primaria y los servicios.
El profesorado Jacques Bulchand Gidumal, Santiago Melián González y Sara González Betancor, de la prestigiosa Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, han publicado un revelador artículo en la revista académica Tourism Review, titulado “Impacts of tourism associated with residents’ well-being: an analysis in 197 European OECD regions”. Este exhaustivo trabajo científico se propuso desentrañar cómo la actividad turística incide en la felicidad y prosperidad de las poblaciones locales. Utilizando una metodología rigurosa, los investigadores analizaron once indicadores de bienestar regional proporcionados por la OCDE, combinándolos con la información de pernoctaciones turísticas registradas en 197 demarcaciones geográficas a lo largo y ancho del continente europeo. El análisis clasificó estas regiones en cuatro categorías económicas: primarias (agricultura, pesca, ganadería), secundarias (industria), terciarias (servicios) y quinarias (sectores de alto valor añadido). Los hallazgos subrayan que el turismo ejerce una influencia particularmente beneficiosa en el bienestar de los habitantes de las regiones industriales, emergiendo como un motor clave para la diversificación económica y el progreso. También se identificaron efectos positivos, aunque de menor intensidad, en las regiones con una base económica primaria y de servicios. Curiosamente, en las regiones quinarias, las más avanzadas, el impacto del turismo en el bienestar se mostró más limitado. Es importante destacar que, a excepción de un caso aislado con un indicador negativo en las regiones primarias, el estudio no encontró evidencias significativas de asociaciones perjudiciales entre el desarrollo turístico y el bienestar de los residentes.
Este estudio nos invita a reflexionar sobre la multifacética naturaleza del turismo. Más allá de las protestas puntuales, la investigación nos muestra que, cuando se gestiona adecuadamente, el turismo puede ser una herramienta poderosa para el desarrollo sostenible y la mejora de la vida en nuestras comunidades. Es un recordatorio de que debemos seguir investigando y adaptando nuestras estrategias para maximizar sus beneficios, transformando los desafíos en oportunidades y asegurando que las ganancias sean compartidas por todos.