El gobierno municipal de Benito Juárez, con sede en Cancún, se encuentra en un proceso de deliberación sobre la posible venta de activos territoriales, incluyendo parcelas de gran valor ubicadas en la prestigiosa zona hotelera. Esta medida busca la obtención de recursos económicos significativos para impulsar programas de bienestar social y la ejecución de obras públicas esenciales, especialmente en áreas con necesidades acuciantes. La iniciativa ha encendido un animado debate, generando posturas encontradas incluso entre los miembros del propio órgano legislativo local.
En el corazón vibrante de Cancún, la actual líder de la administración municipal de Benito Juárez, Ana Patricia Peralta, ha puesto sobre la mesa la compleja cuestión de desinvertir en propiedades del patrimonio público. La propuesta incluye la venta de valiosos terrenos en la exclusiva zona hotelera, destacando una parcela adyacente a la icónica Playa Marlín. El objetivo primordial de esta acción es canalizar los fondos resultantes hacia el fortalecimiento de programas sociales y la materialización de proyectos de infraestructura necesarios en comunidades rezagadas. Sin embargo, esta iniciativa no ha estado exenta de controversia. A pesar de que el municipio de Benito Juárez ostenta uno de los presupuestos más holgados del sureste mexicano, superando los 7 mil 600 millones de pesos tan solo en el presente año de 2025, la idea de enajenar bienes públicos, especialmente aquellos situados en zonas de alta plusvalía como el litoral, ha suscitado interrogantes y críticas. La alcaldesa Peralta ha enfatizado que, aunque la discusión está en curso y fue tema en una reunión preliminar del Cabildo, no se ha tomado una determinación final. Ha asegurado que cualquier posible transacción requerirá un riguroso avalúo bancario, un proceso de consulta pública transparente y una definición clara del destino de los ingresos. Entre los predios bajo consideración se encuentra el lote contiguo a Playa Marlín, cuya concesión se extiende hasta el año 2037 a una entidad ligada al influyente empresario Ricardo Salinas Pliego. La administración de Peralta reafirma su compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas, garantizando que la ciudadanía será informada oportunamente sobre el progreso de estas deliberaciones.
Desde una perspectiva de observador, esta situación en Cancún subraya la eterna tensión entre la necesidad de financiar el desarrollo social y la preservación del patrimonio público. Si bien la búsqueda de recursos para programas sociales es loable, la venta de activos irrecuperables como terrenos de alto valor plantea interrogantes sobre la sostenibilidad a largo plazo y las implicaciones para las generaciones futuras. Es imperativo que cualquier decisión se base en un análisis exhaustivo de costos y beneficios, con una visión clara y estratégica que priorice el bienestar colectivo y la protección del medio ambiente, más allá de soluciones financieras a corto plazo.