La presidenta de Acotur, Claudia Villuendas, ha revelado que este año ha sido difícil para los clubes vacacionales en la región. A pesar de haber logrado mantener una cantidad similar de contratos que el año pasado, los ingresos totales han disminuido. Esto se debe a que las empresas se han visto obligadas a reducir sus tarifas para asegurar la misma cantidad de transacciones. Villuendas ilustró esta situación explicando que, aunque en el año anterior se generaron, por ejemplo, 100 pesos de ingresos con 10 contratos, en el presente año, con la misma cantidad de contratos, los ingresos se sitúan alrededor de los 90 pesos, reflejando una reducción en la facturación.
Para mitigar el impacto de esta caída en los ingresos y asegurar la continuidad de sus operaciones, los clubes vacacionales han tenido que ajustar el precio promedio de sus ofertas. Esta medida es vital para mantener la estabilidad del mercado, conservar los empleos y proteger la infraestructura existente. La estrategia de precios responde directamente al comportamiento del mercado, permitiendo a las empresas adaptarse y seguir siendo competitivas en un entorno cambiante, aunque ello implique sacrificar parte de la rentabilidad por transacción.
La participación en el mercado de la industria de clubes vacacionales está intrínsecamente ligada a las características de cada proyecto, pero también a la evolución de la clientela. Villuendas destacó la emergencia de nuevos actores en el ámbito de los consumidores. Aunque históricamente el grueso de los compradores provenía de Estados Unidos y Canadá, abarcando entre el 60% y el 70% del total, seguidos por el mercado mexicano, se observa una creciente influencia del mercado canadiense, que incluso ha comenzado a superar la participación de los turistas mexicanos.
En el contexto de estos desafíos económicos, la seguridad sigue siendo una prioridad ineludible para el sector turístico en Quintana Roo. Miriam Cortés, presidenta de Acluvaq, ha enfatizado que, si bien se han logrado avances significativos en esta área, aún queda un considerable camino por recorrer. La percepción y la realidad de la seguridad en la región son factores críticos que influyen directamente en la decisión de los turistas al elegir sus destinos vacacionales, haciendo de la inversión en seguridad una necesidad constante para la prosperidad del turismo local.