La posible desintegración de la alianza estratégica entre Aeroméxico y Delta Air Lines ha encendido las alarmas en el sector laboral, particularmente entre los profesionales de la aviación. La Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) ha expresado una profunda inquietud ante las repercusiones que esta ruptura podría acarrear. Se estima que una cancelación de la inmunidad antimonopolio entre ambas aerolíneas resultaría en una considerable reducción de la capacidad operativa, lo que impactaría directamente en las condiciones de empleo y la estabilidad de los pilotos. Esta situación subraya la interdependencia entre las políticas regulatorias y el bienestar de la fuerza laboral en la industria aérea.
El secretario general de ASPA, Jesús Ortiz Álvarez, ha manifestado públicamente su preocupación por las posibles secuelas laborales. Según sus declaraciones, la supresión de esta inmunidad podría significar una disminución de aproximadamente 1.8 millones de plazas de asientos entre las compañías aéreas. Más allá de las implicaciones económicas multimillonarias que esto conlleva, la principal inquietud del sindicato reside en la salvaguarda de las oportunidades de trabajo de sus agremiados. La organización sindical mantiene la esperanza de que la colaboración actual no experimente alteraciones, pero en caso de que la alianza llegue a su fin, insisten en la necesidad de alcanzar acuerdos equitativos que garanticen la protección de los derechos de los trabajadores.
Aeroméxico, una de las principales aerolíneas del país, cuenta con una plantilla de alrededor de mil seiscientos pilotos, todos ellos afiliados a ASPA. El plazo límite para que ambas aerolíneas presenten sus justificaciones al Departamento de Transporte (DOT) de Estados Unidos, con el fin de mantener su acuerdo de colaboración, está fijado para el 11 de agosto. Esta fecha es crucial, ya que determinará la continuidad de una alianza que ha sido fundamental para la conectividad y la competitividad de ambas compañías.
La situación actual se ha visto precipitada por una decisión reciente del DOT, que hizo pública una orden en el Registro Federal indicando su intención de revocar la inmunidad antimonopolio que ampara la alianza entre Aeroméxico y Delta. Esta medida sigue a decisiones tomadas durante la administración de Donald Trump, las cuales impusieron restricciones a las aerolíneas mexicanas. Dichas restricciones surgieron a raíz de la reubicación forzosa de operaciones de carga desde el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM) hacia el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) durante el mandato de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), una acción que, según las autoridades estadounidenses, generó cuantiosas pérdidas financieras a las compañías aéreas de su país.
En este escenario de incertidumbre, la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) se mantiene vigilante, abogando por la defensa de los intereses de sus miembros. La estabilidad laboral y la preservación de los puestos de trabajo son sus prioridades fundamentales. El desenlace de esta situación no solo impactará a Aeroméxico y Delta, sino que también sentará un precedente significativo para futuras alianzas aéreas y las relaciones bilaterales en el ámbito de la aviación entre México y Estados Unidos.