La industria hotelera de Playa del Carmen atraviesa un período de incertidumbre, especialmente en su zona céntrica, donde la temporada estival no ha logrado reactivar el sector. La Asociación de Pequeños Hoteles ha reportado cifras alarmantes de ocupación, lo que subraya la fragilidad de un segmento vital para la economía local. Factores diversos, más allá de la presencia de algas marinas, están socavando el atractivo de este popular destino turístico.
El verano no ha traído el respiro esperado para los establecimientos de menor tamaño ubicados en el corazón de Playa del Carmen. La semana anterior, la ocupación promedio apenas alcanzó el 37%, una cifra que genera gran preocupación entre los empresarios hoteleros. Offner Arjona, quien preside la Asociación de Pequeños Hoteles en la región, ha calificado la situación de \"mala racha persistente\", la cual está impactando severamente a los operadores turísticos locales. Este bajo rendimiento se atribuye a una combinación de desafíos que van más allá de las fluctuaciones estacionales.
Si bien la llegada masiva de sargazo ha contribuido a la percepción negativa del destino, disuadiendo a visitantes que buscan estancias más prolongadas y optan por otras opciones, Arjona enfatiza que el problema es mucho más profundo. La imagen de la Riviera Maya se ha visto afectada por una serie de factores interconectados. El desorden urbano generalizado, caracterizado por el ruido constante de establecimientos nocturnos que operan cerca de los hoteles y hostales, se suma a la proliferación incontrolada de vendedores ambulantes en la Quinta Avenida y sus alrededores. Además, la caótica situación del transporte desde los aeropuertos de Cancún y Tulum, junto con el acoso persistente de los transportistas hacia los turistas, contribuyen a un deterioro que amenaza la competitividad del área.
El representante de los pequeños hoteleros ha manifestado su preocupación por la deficiente supervisión y regulación en la zona central de la ciudad. Esta falta de control coloca a los pequeños hoteles en una desventaja considerable frente a otros destinos o áreas que presentan una mayor organización. Es importante destacar que, en Quintana Roo, Playa del Carmen es el lugar más afectado por la llegada de sargazo, lo que ha impactado drásticamente la percepción del destino y, consecuentemente, la ocupación hotelera, particularmente en el centro urbano.
Anteriormente, Arjona había expresado su inquietud respecto a la gestión del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo (CPTQ), señalando que las estrategias de promoción del organismo tienden a privilegiar a los grandes complejos hoteleros, dejando de lado a los pequeños establecimientos. En una sesión del Consejo Consultivo de Turismo local, Arjona solicitó igualdad de oportunidades en visibilidad y respaldo para los pequeños hoteles, argumentando que estos también son elegidos por los turistas que buscan prolongar su estadía después de hospedarse en grandes resorts.
En síntesis, la recesión actual en la ocupación hotelera del centro de Playa del Carmen es un reflejo de desafíos complejos que van más allá de un único factor. La conjunción del fenómeno del sargazo con problemas estructurales como el desorden urbano, el ruido y las deficiencias en el transporte, han erosionado la reputación del destino. Esta situación exige una respuesta integral y coordinada de las autoridades y actores del sector para salvaguardar el futuro turístico de la región y asegurar la equidad en el apoyo a todos los segmentos de la industria hotelera.