Los Amish constituyen una comunidad religiosa cristiana con raíces en el anabaptismo, célebres por su decisión de apartarse de las comodidades y tecnologías del mundo moderno, tales como vehículos motorizados o electricidad. Su forma de vida evoca la Europa del siglo XVII, un hecho que, para muchos, resulta familiar gracias a representaciones cinematográficas como \"Único Testigo\". Se calcula que aproximadamente 200,000 individuos de esta fe residen en 22 asentamientos a lo largo de Estados Unidos, así como en Ontario, Canadá, siendo Lancaster, Pensilvania, uno de sus bastiones más significativos.
Al aproximarse a la localidad de Lancaster y sus inmediaciones, te sumergirás de inmediato en el ambiente distintivo del Condado Amish. Mientras recorres las carreteras principales 340 y 30, y especialmente las vías secundarias que enlazan localidades como Paradise, Intercourse y Bird in Hand, la presencia Amish se hace palpable. No esperes encontrar paisajes desérticos o pueblos que evoquen los escenarios del viejo oeste; por el contrario, esta región se caracteriza por su fértil paisaje agrícola, salpicado de vastas granjas con imponentes silos, donde los Amish se dedican primordialmente al cultivo del tabaco.
Es común ver a miembros de la comunidad Amish desplazándose en sus tradicionales carruajes tirados por caballos, o labrando la tierra con herramientas manuales, prescindiendo de la maquinaria moderna. En los pequeños centros urbanos del condado, que a pesar de su apego a la tradición, lucen modernos y bien cuidados, observarás a los Amish por su distintiva vestimenta: atuendos simples, hombres con largas barbas y sombreros (negros en invierno, de paja en verano), y mujeres con la cabeza cubierta por cofias blancas. Para aprovechar al máximo tu visita, es recomendable explorar las rutas locales, que te permitirán adentrarte en el corazón de esta cultura, visitar tiendas de recuerdos con artículos Amish y empaparte de la vida cotidiana de sus habitantes. Paradise y Bird in Hand son dos localidades clave que no deberías perderte en tu itinerario por la zona.
Una visita fundamental para comprender la cultura Amish es la Granja Museo Amish, situada convenientemente cerca de Lancaster, en la carretera 30, dirección este hacia Paradise. Este lugar, una antigua granja Amish convertida en museo, es perfecto para sumergirse en las tradiciones de esta comunidad religiosa. Personal amable, a menudo mujeres mayores, te proporcionará textos explicativos en español para facilitar tu recorrido por la granja, especialmente si el inglés no es tu fuerte.
Durante la visita guiada, explorarás las diversas habitaciones de la casa, donde el mobiliario y los utensilios reflejan la sencillez que caracteriza los hogares Amish. Un aspecto llamativo es la vestimenta expuesta en los dormitorios, tanto de adultos como de niños, la cual carece de botones, considerados un signo de ostentación. También te sorprenderán los electrodomésticos manuales, comunes en sus hogares. El recorrido se extiende a la granja misma, donde podrás observar los equipos agrícolas y, en particular, los instrumentos utilizados para la recolección y procesamiento del tabaco, una actividad central para muchos Amish. También visitarás los establos, hogar de sus animales. Para una experiencia más inmersiva, considera un paseo en un auténtico carruaje Amish por los alrededores de la granja, o si prefieres una perspectiva más amplia, un tour en autobús por todo el condado Amish.
Los tours guiados en la Granja Amish de Lancaster se ofrecen cada hora, desde las 9:45 a.m. hasta las 4:45 p.m.
Durante tu exploración del Condado Amish, no olvides buscar los icónicos puentes cubiertos de madera, inmortalizados por la película \"Los Puentes de Madison\". Estos puentes, típicos de Pensilvania, son especialmente numerosos en el Condado de Lancaster, que cuenta con 28 de estas estructuras. Construidos en forma de túnel y pintados de un llamativo color rojo, la mayoría datan del siglo XIX. El Pine Grove, edificado en 1816, es el más antiguo que se conserva. A pesar de que más de 1,500 fueron construidos entre 1820 y 1900, muchos sucumbieron a las inundaciones. Hoy, Pensilvania alberga 219 de estos puentes en 40 condados, siendo Lancaster el que posee la mayor cantidad. Conocidos también como \"puentes de los besos\", se construyeron cubiertos para protegerlos del inclemente frío. Aunque el puente más largo, de casi una milla, fue destruido por una inundación en 1832, la historia de estas estructuras sigue viva. Puedes encontrar un mapa detallado y una lista de los puentes cubiertos de madera en el Condado Amish de Lancaster en línea para planificar tu ruta.
Tu visita al Condado Amish no estaría completa sin probar la auténtica gastronomía local. Encontrarás diversos restaurantes de estilo buffet diseñados para turistas, donde podrás degustar platos de influencia alemana, como embutidos, salchichas y col agria. Y para endulzar tu experiencia, no olvides probar la variada selección de tartas que ofrecen como postre.
Para llegar al Condado Amish de Lancaster por tu cuenta, tienes varias opciones de transporte, dependiendo de tu punto de partida:
Si prefieres una experiencia organizada desde Nueva York, puedes considerar una excursión de un día completo que incluye Filadelfia y la región Amish, con la comodidad de un guía en español.