La fascinante localidad de Salem, en el estado de Massachusetts, evoca de inmediato imágenes de los infames juicios de brujas que sacudieron la región a finales del siglo XVII. Pero más allá de esta oscura, aunque cautivadora, faceta, Salem fue un epicentro comercial vital para la naciente nación americana, conectando las nuevas colonias con el viejo continente europeo. Su riqueza histórica se extiende a los cimientos mismos de la independencia de Estados Unidos, un legado que merece ser explorado a fondo. A solo un breve trayecto de la vibrante Boston, esta pintoresca villa ofrece una inmersión profunda en el pasado y la cultura de Nueva Inglaterra.
En el corazón de Massachusetts, a tan solo 25 kilómetros al norte de la cosmopolita Boston, se encuentra Salem, un lugar donde la historia cobra vida de manera palpable. Para llegar a este destino lleno de encanto, los viajeros disponen de varias opciones, siendo las más prácticas el automóvil o el tren. Desde la North Station de Boston, un viaje en tren de aproximadamente media hora te deposita directamente en el centro de Salem, con salidas regulares cada hora.
Una de las experiencias más recomendables para desentrañar los secretos de Salem es optar por una visita guiada. Una excursión organizada desde Boston no solo facilita el transporte en cómodos minibuses, con recogida y regreso en tu propio hotel, sino que también enriquece la visita con los conocimientos de un guía experto. Durante un recorrido de unas cuatro horas y media, además de Salem, se incluye la oportunidad de explorar Marblehead, una joya costera que encapsula la esencia arquitectónica y paisajística de Nueva Inglaterra.
Al adentrarse en Salem, el famoso Museo de las Brujas se erige como una parada obligatoria. Aquí, los visitantes son transportados al turbulento periodo de 1692 y 1693, donde unas doscientas mujeres fueron acusadas de brujería, culminando en la trágica ejecución de varias de ellas. El museo no solo detalla estos sombríos eventos, sino que también explora la percepción global de las brujas a lo largo de la historia, incluso desvelando curiosidades sobre su representación en la cultura popular, como el origen del color verde en las brujas cinematográficas.
Para una exploración autoguiada de la ciudad, el sendero conocido como 'Salem Walkways' es una herramienta invaluable. Marcado con una distintiva línea roja en el suelo, este camino serpentea por las calles, llevando al caminante junto a las catorce casas que pertenecieron a las mujeres condenadas en aquellos históricos juicios. Este sendero no solo facilita la orientación, sino que también ha sido fundamental para la preservación y restauración de edificaciones del siglo XVIII, una rareza en un país con una historia colonial relativamente joven como Estados Unidos. Salem, siendo uno de los primeros asentamientos ingleses en América, conserva un patrimonio arquitectónico único.
Otro hito esencial es el Custom House, la antigua aduana que simboliza el pasado glorioso de Salem como el primer puerto comercial de los Estados Unidos. Este edificio fue escenario de los célebres encuentros del 'Tea Party', precursor de la Revolución Americana, donde se gestó la resistencia contra los impuestos británicos al té en la región de Nueva Inglaterra, que abarca estados como Massachusetts, Rhode Island, Maine, Connecticut, Vermont y New Hampshire. Curiosamente, frente a esta aduana, y a menudo desapercibida, se encuentra una réplica del Mayflower, el icónico navío que transportó a los primeros colonos puritanos a la bahía de Massachusetts.
Antes de llegar a Salem, la encantadora localidad de Marblehead, un verdadero emblema de la Nueva Inglaterra más idílica, te espera. Bajo el velo característico de una densa niebla, propia de la región, sus calles revelan una sucesión de imponentes mansiones. Estas residencias, que albergan a algunas de las fortunas más prominentes de Boston, exhiben un estilo arquitectónico americano distintivo. Lo notable es la ausencia de las típicas vallas en los jardines delanteros, lo que permite apreciar sin obstáculos la magnificencia de estas construcciones y la belleza de sus entornos. Marblehead es, sin duda, un lugar de innegable atractivo que complementa a la perfección la visita a Salem.
La visita a Salem no es solo un paseo por la historia, sino una inmersión profunda en las complejidades de la creencia, la justicia y la evolución social. El legado de los juicios de brujas nos recuerda la fragilidad de la razón humana frente a la histeria colectiva y el poder de la superstición. Sin embargo, Salem también nos enseña sobre la resiliencia y la capacidad de una comunidad para reinventarse, pasando de un pasado oscuro a convertirse en un vibrante centro turístico que honra su historia de una manera educativa y reflexiva. Como visitante, uno no puede evitar cuestionar las motivaciones detrás de tales eventos y reflexionar sobre cómo las lecciones del pasado pueden iluminar nuestro presente, instándonos a la tolerancia y al pensamiento crítico. Es un testimonio vivo de cómo los lugares pueden trascender su historia más trágica para convertirse en símbolos de memoria y aprendizaje.