La visita al Castillo de Santa Bárbara en Alicante, un emblema de la Comunidad Valenciana, es una experiencia esencial para cualquier viajero. Esta magnífica fortaleza, erigida sobre la ciudad, ofrece no solo un viaje a través del tiempo, sino también inmejorables vistas del litoral mediterráneo. La ascensión a sus alturas revela paisajes impresionantes que se extienden desde las playas de San Juan hasta Campello, proporcionando una perspectiva única de la urbe y sus alrededores.
Este bastión histórico ha sido testigo de innumerables eventos a lo largo de los siglos. Sus orígenes se remontan al siglo IX, durante la dominación musulmana, aunque la presencia humana en la colina data de tiempos íberos y romanos. En 1246, en la festividad de Santa Bárbara, fue conquistado por el rey Alfonso X el Sabio, marcando un hito en su devenir. A lo largo de los siglos, la fortaleza sufrió múltiples remodelaciones y conflictos, incluyendo bombardeos y ocupaciones militares, que moldearon su estructura y su legado. Estas vicisitudes históricas se desvelan a los visitantes a través de exposiciones interactivas y paneles informativos distribuidos por sus diferentes niveles.
Acceder a esta joya arquitectónica es sencillo. Un ascensor, situado al pie de la montaña, en la avenida Juan Bautista Lafora, facilita la subida hasta la fortificación. Los visitantes pueden adquirir sus boletos online para este práctico medio de transporte. Si prefiere la comodidad del coche, existe un aparcamiento, aunque con espacio limitado. La entrada al castillo es gratuita, lo que lo convierte en un destino accesible para todos. Los horarios de apertura varían según la temporada, extendiéndose hasta altas horas de la noche en los meses de verano, permitiendo disfrutar de las vistas bajo el crepúsculo. Además de la exploración libre, se ofrecen visitas teatralizadas y eventos especiales que enriquecen la comprensión de su rica historia.
Una vez en la cima, el punto culminante es el disfrute de las panorámicas que abarcan la ciudad, el puerto y el vasto horizonte marino. Es un lugar ideal para capturar fotografías y crear recuerdos imborrables. Para quienes deseen complementar su estancia, la región de Alicante ofrece diversas excursiones. Entre las opciones, destacan los tours a Villajoyosa y Altea, que permiten explorar un pintoresco pueblo pesquero y otro de montaña con calles encaladas. Otra alternativa es la visita a Guadalest y las Fuentes del Algar, donde se puede admirar uno de los pueblos más encantadores de España con su castillo en un risco y un paraje natural con cascadas impresionantes.
El Castillo de Santa Bárbara, con su vasta historia y sus inigualables perspectivas, se erige como un testimonio viviente del pasado de Alicante y una parada obligatoria para cualquier turista que desee sumergirse en la esencia de esta vibrante ciudad mediterránea. Su fácil acceso y la riqueza de sus contenidos lo convierten en una experiencia cultural y visual de primer orden.