Latam Airlines está redefiniendo su enfoque en el mercado de vuelos, optando por no expandir sus operaciones a destinos mexicanos como Cancún y Tulum. La decisión se basa en la escasez de franjas horarias disponibles en el aeropuerto de Cancún y la saturación del mercado aéreo en Tulum. En lugar de México, la aerolínea está concentrando sus recursos en el desarrollo de rutas hacia el Caribe, destacando la importancia estratégica de lugares como Aruba y Curazao. Esta reorientación subraya la adaptabilidad de Latam ante las dinámicas del mercado y la infraestructura aeroportuaria.
En una reciente declaración desde Bogotá, la CEO de Latam Airlines en Colombia, Erika Zarante, desveló la dirección estratégica de la compañía con respecto a sus operaciones en la región. El 24 de julio de 2025, Zarante explicó que la aerolínea ha decidido no iniciar vuelos al Aeropuerto Internacional de Cancún ni al emergente Aeropuerto Internacional de Tulum en México. La principal razón esgrimida para Cancún son las severas limitaciones en la disponibilidad de slots, es decir, las franjas horarias designadas para despegues y aterrizajes. Para Tulum, aunque no se especificó directamente, se entiende que la saturación del mercado y la infraestructura actual influyen en la cautela de la aerolínea. Adicionalmente, Latam ha descartado, por el momento, la expansión hacia la República Dominicana, citando la intensa competencia ya existente en este destino caribeño.
Zarante enfatizó que, aunque hubo un interés inicial en el mercado mexicano, la situación actual de infraestructura y la competitividad han llevado a Latam a reconsiderar. La estrategia actual prioriza el crecimiento en el Caribe, con un enfoque particular en las islas de Aruba y Curazao. La directiva afirmó que, si bien existen alternativas de crecimiento, la prioridad es fortalecer la presencia en el Caribe, dejando la exploración de otros destinos para un futuro. Esta postura se alinea con declaraciones anteriores de Zarante, donde destacó a Latam como el principal operador en San Andrés, a pesar de los desafíos que presenta la costosa tarjeta de turismo de la isla.
En aquel momento, Zarante había señalado que, a pesar de las críticas sobre la falta de vuelos suficientes para la demanda en San Andrés, la verdadera cuestión radicaba en la ausencia de una política clara por parte del gobierno local para el desarrollo estratégico y la resolución de las problemáticas de la isla. Latam ha incrementado sus operaciones en San Andrés en respuesta a la demanda, reafirmando su compromiso con destinos donde la viabilidad operativa y la estrategia de mercado son favorables.
La decisión de Latam Airlines de priorizar el Caribe sobre ciertos destinos mexicanos es un reflejo de las complejidades y los desafíos que enfrentan las aerolíneas en la región. Desde la perspectiva de un observador, esta estrategia pone de manifiesto la importancia de la infraestructura aeroportuaria y la gestión eficiente del espacio aéreo para el desarrollo del turismo y la conectividad. La limitación de slots en Cancún, un aeropuerto clave para el turismo en México, es un recordatorio de que la capacidad física es un factor determinante, más allá de la demanda potencial. Por otro lado, la saturación del mercado en destinos como la República Dominicana sugiere que una excesiva oferta puede diluir la rentabilidad de las rutas. La inversión en infraestructuras y una planificación turística coherente, como se insinúa con el caso de San Andrés, son cruciales para que los destinos puedan maximizar su potencial y ofrecer entornos operativos atractivos para las aerolíneas. La experiencia de Latam en Colombia nos invita a reflexionar sobre la necesidad de un equilibrio entre la ambición de crecimiento y la realidad operativa, asegurando que las decisiones estratégicas de las aerolíneas no solo busquen la expansión, sino también la sostenibilidad y la eficiencia.