
Tulum se embarca en una nueva era de seguridad pública, priorizando la protección de su vibrante sector turístico. El recién nombrado secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Édgar Aguilar Rico, ha delineado una estrategia ambiciosa para erradicar las extorsiones y fortalecer la confianza tanto de los visitantes como de los ciudadanos locales. Su visión, respaldada por el alcalde Diego Castañón, incluye la incorporación de nuevos agentes, una mejora sustancial en la infraestructura de videovigilancia y una colaboración más estrecha con la industria hotelera. Estas medidas buscan no solo disuadir actividades delictivas, sino también asegurar que Tulum mantenga su reputación como un destino seguro y acogedor.
La administración local está convencida de que la seguridad es un pilar fundamental para el desarrollo económico y social de Tulum. Con una planificación meticulosa, que abarca desde la expansión del cuerpo policial hasta la modernización de los sistemas de vigilancia, se busca establecer un entorno donde el turismo pueda prosperar sin contratiempos. La transparencia y la rendición de cuentas son principios clave en esta renovación, que aspira a restaurar la integridad de las fuerzas del orden y a fomentar una relación de confianza con la comunidad.
El principal enfoque de la nueva dirección de seguridad en Tulum es la salvaguarda del turismo, buscando eliminar las prácticas de extorsión que han afectado la percepción de seguridad. Con una estrategia integral, se implementarán medidas para asegurar que los agentes policiales actúen con la máxima ética y profesionalismo, fomentando así un ambiente de confianza para los visitantes.
El compromiso con el sector turístico es inquebrantable. Édgar Aguilar Rico, el nuevo titular de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, ha declarado que su misión esencial es garantizar la tranquilidad de los turistas. Para ello, se trabajará incansablemente en la erradicación de cualquier forma de extorsión, especialmente aquellas perpetradas por agentes de tránsito. Aguilar Rico, quien ya ha realizado una exhaustiva investigación de campo y está familiarizado con los focos de criminalidad en la zona, planea una reestructuración interna que promueva la honestidad y el servicio. En este esfuerzo, contará con el apoyo del alcalde Diego Castañón, quien también ha enfatizado la necesidad de una fuerza policial libre de corrupción. Este enfoque proactivo no solo busca castigar las malas prácticas, sino también prevenir su ocurrencia a través de una supervisión rigurosa y programas de capacitación continua. La meta es clara: asegurar que cada visitante tenga una experiencia segura y placentera en Tulum, reforzando la imagen del destino como un paraíso confiable.
La administración de Tulum se ha propuesto una profunda renovación en sus fuerzas policiales, que incluye la contratación de personal experimentado, la capacitación de nuevos elementos y la mejora tecnológica para fortalecer la vigilancia y la respuesta ante incidentes.
El plan de modernización de la policía de Tulum es ambicioso y multifacético. El alcalde Diego Castañón ha anunciado la incorporación de más agentes, muchos de ellos con experiencia previa y evaluaciones de control ya aprobadas, lo que garantiza un alto nivel de competencia desde el inicio. Además, se abrirá la oportunidad para que residentes locales se unan a las filas policiales, fomentando un sentido de pertenencia y conocimiento del entorno. Una de las iniciativas clave será una reunión con los empresarios hoteleros de Tulum para presentarles al nuevo secretario y discutir la operación de la Policía Ejecutiva, un cuerpo financiado por el propio sector. Esta colaboración público-privada es fundamental para alinear los objetivos de seguridad con las necesidades de la industria turística. Asimismo, se fortalecerá la infraestructura tecnológica con la expansión del sistema C2, que incluirá la instalación de nuevas cámaras y la implementación de software avanzado, proyectando su culminación en un plazo de cuatro a seis meses. Estos avances buscan mejorar la capacidad de respuesta y la prevención del delito, creando un sistema de seguridad más robusto y eficaz para toda la comunidad.








