El gremio hotelero de Yucatán se encuentra en una situación crítica, clamando por una intervención legislativa urgente. La proliferación de plataformas de alojamiento digital, como Airbnb, ha desatado una competencia que califican de injusta, impactando significativamente la operatividad de los hoteles formales. Este desequilibrio, donde miles de propiedades operan sin acatar las normativas aplicables a los hoteles, ha generado una reducción alarmante en la ocupación hotelera de la región, incluso durante periodos de alta afluencia turística. La necesidad de un marco regulatorio equitativo se ha vuelto primordial para la supervivencia y el desarrollo sostenible del sector.
Juan José Martín Pacheco, presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles de Yucatán (AMHY), ha expresado la profunda preocupación de su sector. Según sus declaraciones, el estado de Yucatán alberga una cifra estimada de más de diez mil unidades de hospedaje que operan a través de plataformas digitales, evadiendo las obligaciones y permisos que rigen a los hoteles establecidos. Esta situación ha llevado a que, en la actual temporada vacacional, la ocupación hotelera promedio se sitúe en un preocupante 34%, una cifra inusualmente baja para esta época del año. Martín Pacheco enfatiza que la petición no es la eliminación de estas plataformas, sino su adecuada fiscalización para garantizar un ambiente de competencia equitativo y el cumplimiento de las responsabilidades que atañen a todos los actores del mercado.
El líder hotelero subrayó la disparidad regulatoria existente. Mientras que los hoteles tradicionales deben cumplir con una serie rigurosa de requisitos, que incluyen licencias de uso de suelo, permisos de operación y estrictas medidas de protección civil, los alojamientos ofertados en línea carecen de estas obligaciones. Esta falta de homogeneidad crea una ventaja desleal para los prestadores de servicios digitales. Martín Pacheco, con cuatro décadas de experiencia en la industria, calificó la situación actual como inédita y solicitó la intervención de las autoridades para que se establezcan regulaciones similares a las implementadas en su momento para las plataformas de transporte compartido, como Uber.
Adicionalmente, el sector hotelero de Yucatán ha experimentado una contracción del mercado turístico desde mayo, atribuida en parte a la percepción de inseguridad en las carreteras federales, si bien se aclara que Yucatán mantiene su estatus como una de las entidades más seguras del país. A pesar de que Yucatán ofrece algunas de las tarifas de hospedaje más competitivas del mercado, la AMHY ha redirigido sus esfuerzos de promoción hacia el turismo nacional en los últimos tres meses, buscando mitigar los efectos de la baja ocupación. La Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) Mérida también ha señalado desafíos en la costa yucateca, donde el auge inmobiliario enfrenta problemas de infraestructura, saturación ecológica y demanda creciente en zonas geográficas limitadas, lo que se suma a la complejidad del panorama turístico.
La industria hotelera de Yucatán exige con urgencia la creación de un marco normativo que equilibre las condiciones del mercado de alojamiento. Es imperativo que las autoridades estatales actúen para regular la operación de las plataformas digitales, asegurando que todos los proveedores de servicios turísticos cumplan con las mismas obligaciones fiscales y de seguridad. Solo así se podrá fomentar un desarrollo turístico justo y sostenible en la región, protegiendo la inversión y los empleos generados por el sector hotelero formal.