El nuevo servicio de transporte marítimo, el \"Marina Bus\" de Acapulco, ha concluido con éxito su primera semana de operaciones. Esta embarcación tipo catamarán, inaugurada recientemente, tiene como objetivo principal mejorar la conectividad en la bahía y enriquecer la oferta turística de la región. Su implementación se enmarca dentro de una serie de iniciativas para la reconstrucción económica y turística de Acapulco, severamente afectado por los huracanes Otis y John. No obstante, el proyecto ha suscitado cierta controversia, ya que diversos operadores turísticos locales han manifestado su descontento, alegando que no fueron consultados previamente sobre su puesta en marcha.

La Secretaría de Marina, en colaboración con las autoridades portuarias, es la entidad encargada de la gestión directa de este servicio. El \"Marina Bus\" realiza paradas estratégicas en puntos clave de la bahía como Puerto Marqués, Icacos, Caleta y la Costera Miguel Alemán. Las tarifas para acceder al servicio varían según el tipo de usuario: los residentes locales abonan 30 pesos por trayecto, los visitantes nacionales 60 pesos, y los turistas internacionales 160 pesos (aproximadamente 8 dólares). Los billetes están disponibles en los puntos de embarque a lo largo de la bahía.

El \"Marina Bus\" tiene programados un total de 16 recorridos diarios, operando desde las 07:00 hasta las 17:15 horas. Este horario extendido facilita los desplazamientos continuos tanto para los habitantes como para los visitantes, integrándose eficazmente en el sistema de movilidad urbana y turística. Este proyecto representa un hito para el puerto, al incorporar el transporte marítimo como un componente esencial del sistema de transporte, abordando así las necesidades de conectividad en la bahía y sumándose a otros esfuerzos de reconstrucción como la rehabilitación de la Costera Miguel Alemán, parte del programa “Acapulco se Transforma Contigo” impulsado por Fonatur.

La iniciativa del \"Marina Bus\" no solo es un paso adelante en la modernización del transporte y el turismo en Acapulco, sino que también simboliza la resiliencia y el espíritu de progreso de una comunidad decidida a superar la adversidad. A pesar de los desafíos iniciales, el compromiso con el desarrollo sostenible y la mejora de la infraestructura turística auguran un futuro prometedor para este emblemático destino, demostrando que con visión y esfuerzo, se puede reconstruir y florecer, abriendo nuevas vías para el disfrute y la prosperidad compartida.