En medio del inicio de la temporada vacacional, surge una controversia en Acapulco respecto a la calidad de sus playas. Mientras la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha divulgado resultados que apuntan a una elevada contaminación en el agua, la máxima autoridad municipal, Abelina López, ha rebatido enérgicamente estas afirmaciones.

López ha argumentado que las evaluaciones de Cofepris no son válidas actualmente, señalando que las lluvias recientes arrastran diversos materiales al océano, alterando temporalmente la composición del agua. La alcaldesa ha subrayado la necesidad de esperar al menos 72 horas después de cualquier precipitación para llevar a cabo muestreos que ofrezcan una imagen fiel y precisa del estado de las playas. Pese a las garantías de saneamiento proporcionadas por la administración de Acapulco, Cofepris mantiene su advertencia, recomendando a los bañistas evitar ciertas zonas como Caletilla, Papagayo, Carabalí y Hornos, y sugiere consultar la aplicación 'Playas MX' para obtener información actualizada sobre la idoneidad del agua. Según el organismo, estas playas superan los límites de enterococos recomendados por la OMS, lo que las hace inapropiadas para el baño, un hallazgo que ha suscitado preocupación a nivel nacional.

Este escenario recalca la importancia de la transparencia y la rigurosidad en la información para salvaguardar la salud pública y el sector turístico. Es fundamental que las autoridades colaboren estrechamente y adopten metodologías de muestreo que garanticen la fiabilidad de los datos, fomentando así la confianza de los visitantes y protegiendo el valioso ecosistema marino. Solo a través de un compromiso firme con la verdad y la acción decidida se podrá asegurar un futuro próspero y sostenible para destinos tan emblemáticos como Acapulco.