En un escenario donde el sector hotelero mexicano experimenta un crecimiento constante, la reciente distribución de nuevas habitaciones revela una marcada concentración geográfica. Los destinos de Cancún y la Riviera Maya se consolidan como los epicentros de esta expansión, acaparando la inmensa mayoría de las aperturas recientes. Esta tendencia subraya la fortaleza de estas regiones como imanes para la inversión y el desarrollo turístico, a la vez que plantea interrogantes sobre la diversificación de la oferta en otras zonas del país. A pesar de que se vislumbran oportunidades en otros puntos estratégicos, la balanza se inclina decisivamente hacia el Caribe mexicano, que sigue siendo un polo de atracción inigualable para la hotelería de alto nivel.
El dinamismo de Quintana Roo, impulsado por la visión de sus líderes turísticos y la mejora de las infraestructuras, posiciona a la región en una carrera por superar a potencias globales en capacidad hotelera. La proyección de un aumento significativo en la oferta de alojamiento en los próximos años, junto con el desarrollo de proyectos clave como el Tren Maya, anticipa una transformación profunda en la experiencia turística, facilitando una mayor conectividad y accesibilidad a los diversos atractivos del estado.
El primer semestre del año ha sido testigo de un notable incremento en la capacidad de alojamiento en México, con la adición de más de dos mil doscientas nuevas habitaciones hoteleras. Esta expansión se ha concentrado de manera abrumadora en dos de los destinos turísticos más emblemáticos del país: Cancún y la Riviera Maya. Juntos, estos enclaves paradisíacos han absorbido más del noventa por ciento de la nueva oferta, consolidando su posición como motores indiscutibles del turismo nacional. Los datos recientes, derivados de un análisis exhaustivo del sector, confirman esta tendencia de concentración, mostrando que otras regiones, aunque también experimentan crecimiento, lo hacen a una escala mucho menor. La preeminencia de los complejos turísticos de lujo sigue siendo un factor determinante en la toma de decisiones de los inversores, quienes ven en estas zonas una apuesta segura y rentable.
Entre enero y mayo, un total de 2,280 nuevas habitaciones hoteleras se inauguraron en México. De estas, Cancún se llevó la mayor parte, sumando 1,715 cuartos, lo que representa un impresionante 75% del total. La Riviera Maya le siguió de cerca con 355 nuevas habitaciones, aportando un 16%. En conjunto, estos dos destinos concentran el 91% del crecimiento. Otros lugares como la Riviera Nayarit también mostraron actividad, con la apertura de 140 habitaciones, representando un 6%. Las proyecciones indican que para la segunda mitad de 2025, se esperan 3,900 habitaciones adicionales en todo el país, con una fuerte inclinación hacia los resorts, que continúan atrayendo la inversión. Para el período 2025-2027, se anticipa que Cancún, Riviera Maya y Los Cabos añadirán más de cinco mil cuartos a su inventario. Un caso notable es Isla Mujeres, que ha planificado 25,000 nuevas habitaciones, con 11,000 ya en funcionamiento y 14,000 aún por desarrollar. A junio de este año, Quintana Roo ya contaba con 135,961 habitaciones distribuidas en 1,478 hoteles, destacando su vasta capacidad hotelera.
La ambición de Quintana Roo en el ámbito turístico trasciende la mera expansión numérica de habitaciones. El objetivo es consolidarse como un líder global, rivalizando incluso con destinos de la talla de Las Vegas. Para lograrlo, la estrategia incluye no solo el aumento de la capacidad de alojamiento, sino también la mejora sustancial de la infraestructura de transporte. La implementación del Tren Maya, junto con la modernización de los aeropuertos, está llamada a revolucionar la forma en que los visitantes se desplazan por la región, abriendo nuevas posibilidades y experiencias. Este enfoque integral busca no solo atraer a más turistas, sino también optimizar su estancia, distribuyendo los flujos de visitantes de manera más eficiente y ofreciendo acceso a una gama más amplia de atracciones. La visión es clara: convertir a Quintana Roo en un hub turístico de vanguardia, capaz de ofrecer una experiencia sin precedentes a sus visitantes.
El director del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo (CPTQ) ha enfatizado que la región se encuentra a solo 20,000 habitaciones de igualar la oferta de Las Vegas, una meta ambiciosa que refleja el ritmo de crecimiento. La continua adición de hoteles y la apertura de nuevas infraestructuras, como un nuevo aeropuerto y el Tren Maya, son clave para este desarrollo. El Tren Maya, en particular, promete transformar el panorama turístico al conectar tres aeropuertos internacionales, facilitando así el desplazamiento de los visitantes a través de los diferentes destinos del estado. Este proyecto no solo mejorará la conectividad, sino que también abrirá nuevas rutas y oportunidades para el turismo, distribuyendo los beneficios económicos a lo largo de la península. La estrategia integral de crecimiento, que combina expansión hotelera con mejoras en la infraestructura de transporte, es fundamental para asegurar la competitividad y el atractivo a largo plazo de Quintana Roo en el mercado turístico global.