En respuesta al creciente malestar ciudadano y las manifestaciones que han sacudido a importantes enclaves turísticos españoles, como Palma, Barcelona, Tenerife y San Sebastián, la industria hotelera de Canarias y Baleares ha activado estrategias para fortalecer la imagen del sector. Estas protestas, que han incluido actos simbólicos y han captado la atención de la prensa internacional, se producen en un contexto donde el Barómetro de Percepción Turística de LLYC revela un descenso significativo en la reputación del turismo en ambas comunidades insulares. Las asociaciones empresariales Ashotel y FEHM están liderando el camino con campañas informativas y herramientas diseñadas para abordar y revertir la percepción negativa, destacando la contribución económica del turismo y promoviendo un diálogo basado en hechos verificables, en contraste con discursos centrados en la saturación, la escasez de vivienda y los desafíos laborales.
Para abordar la situación, Ashotel ha lanzado la plataforma digital “Turismocondatos.com”, una iniciativa que busca desmantelar concepciones erróneas sobre la actividad turística mediante la difusión de información contrastada de fuentes oficiales como el ISTAC y el INE. Esta herramienta se presenta como un recurso fundamental para que tanto ciudadanos como profesionales accedan a datos fiables, permitiéndoles formar una opinión informada. La acción de Ashotel es particularmente relevante dado que la reputación turística en Canarias se encuentra por debajo del aprobado, afectada por las protestas contra la masificación, las discusiones salariales —a pesar de un reciente incremento histórico del 13,5%— y el impacto del sector en el mercado inmobiliario. Simultáneamente, FEHM ha respondido a la llamada “turismofobia” con la campaña “Tourist, go home happy”, que busca reafirmar la hospitalidad mallorquina y reconocer el valor del turismo para la economía local, especialmente después de incidentes con actos de vandalismo. El presidente de la federación, Javier Vich, ha enfatizado que el turismo es una fuente de empleo vital y que su desvalorización afecta directamente el bienestar de miles de familias, abogando por una gestión sensata en lugar de posiciones extremistas. Por su parte, las agencias de viajes baleares han condenado también los actos de hostilidad, resaltando la importancia de la hospitalidad en la consolidación de Mallorca como destino internacional. En Baleares, la reputación turística ha descendido a 4.1 puntos, siendo la sostenibilidad ambiental, la vivienda y la masificación los principales factores de esta percepción negativa.
Las organizaciones hoteleras de Canarias y Baleares, a pesar de las particularidades de sus enfoques, comparten el objetivo común de redefinir la interacción entre el turismo y la población local. Mientras que Canarias se inclina por una estrategia que privilegia la información basada en datos concretos, Baleares opta por una comunicación que apela a las emociones, buscando reafirmar la hospitalidad como un rasgo distintivo. Ambas regiones reconocen la urgencia de adaptar el modelo turístico a las nuevas sensibilidades sociales, promoviendo una actividad más integrada y beneficiosa para todos, y demostrando que la cooperación y la transparencia son esenciales para superar los desafíos reputacionales. Este esfuerzo conjunto y diversificado subraya el compromiso del sector con el desarrollo sostenible y la convivencia armónica, sentando las bases para un futuro donde el turismo sea percibido no solo como un motor económico, sino también como un elemento de valor social y cultural.