Ante la reciente ola de incendios que ha afectado a la región gallega, los albergues del Camino de Santiago están experimentando una situación compleja, marcada por un notable incremento en las cancelaciones de reservas. La Asociación Gallega de Albergues Privados (Agalber) ha manifestado su preocupación, señalando que muchas de estas anulaciones son "innecesarias" y se deben principalmente a la desinformación y el pánico generalizado. Aunque la mayoría de los tramos de las diversas rutas jacobeas se mantienen seguros y transitables, la percepción errónea de un peligro extendido está generando un impacto económico negativo en el sector turístico de la zona.
Es crucial destacar que, a pesar de la situación de los incendios, solo dos de las rutas del Camino de Santiago presentan afectaciones parciales. Específicamente, algunos segmentos del Camino de Invierno y del Camino Sanabrés han sido impactados, aunque en el Sanabrés la ruta permanece abierta a pesar de ciertas zonas quemadas y un albergue temporalmente reasignado para brigadistas. Sin embargo, vías tan populares como el Camino Francés, el Portugués, el del Norte o el Inglés, operan con total normalidad y seguridad. Agalber, que representa a más de cien establecimientos, hace un llamado a la responsabilidad en la difusión de información, tanto en redes sociales como en medios de comunicación, para evitar la generalización y la creación de una alarma injustificada. Recomiendan encarecidamente a los peregrinos que busquen información actualizada y veraz directamente con los albergues antes de tomar decisiones sobre sus viajes.
La asociación subraya que el Camino de Santiago es un motor económico vital para Galicia, especialmente para las comunidades rurales, y la cancelación masiva de estancias sin una base sólida perjudica seriamente a los pequeños comercios que ya enfrentan desafíos propios de la temporada. Es fundamental que la sociedad responda con discernimiento y solidaridad en momentos de adversidad. Al verificar la información y apoyar a las economías locales que operan con seguridad, se contribuye a la recuperación y resiliencia de estas comunidades, demostrando que la empatía y el sentido común pueden mitigar los efectos negativos de la desinformación.