Benidorm culminó un fin de semana excepcional en términos de afluencia turística, con cifras de ocupación hotelera que rozaron la plenitud. El catalizador principal de este auge fue el afamado Low Festival, un evento musical de tres días que congregó a cerca de 75,000 entusiastas, inyectando vitalidad y movimiento a toda la ciudad. La masiva asistencia al festival se tradujo directamente en un impulso significativo para el sector de la hospitalidad.
La urbe costera registró una impresionante ocupación hotelera promedio del 92.7%. Sin embargo, lo más notable fue el desempeño de los alojamientos de categoría superior: los hoteles de 4 estrellas superior alcanzaron casi el 97% de ocupación, mientras que los de 4 estrellas se situaron en un robusto 94.5%, según datos proporcionados por Hosbec. Esta preferencia por las categorías más altas demuestra la calidad de la oferta hotelera y la disposición de los visitantes a invertir en experiencias de mayor confort.
El atractivo internacional fue otro factor clave en este fin de semana récord. La presencia de artistas de renombre mundial, como la icónica banda británica Pet Shop Boys, actuó como un imán para el público extranjero. De hecho, casi el 24% de los turistas que se hospedaron en hoteles provenían del Reino Unido, lo que resalta la capacidad de los eventos musicales para trascender fronteras. A pesar de esta notable afluencia internacional, el mercado nacional mantuvo su predominio, constituyendo el 52.9% del total de visitantes.
Los indicadores económicos también reflejaron claramente el impacto positivo de este fenómeno. La tarifa promedio por habitación hotelera se aproximó a los 180 euros por día, lo que representa un notable incremento del 8% en comparación con el año anterior. Este aumento en los ingresos subraya cómo eventos de gran calibre, como los festivales musicales, no solo llenan las camas de los hoteles, sino que también permiten optimizar las tarifas, generando un mayor beneficio económico para el sector.