El presidente de la Asociación de Hoteles de la Riviera Maya, Toni Chávez, ha expresado la frustración del sector ante la ausencia de comunicación por parte de la alcaldesa de Playa del Carmen, Estefanía Mercado. Tras presentar solicitudes formales para reconsiderar el aumento de los valores catastrales, los hoteleros no han recibido ninguna contestación, lo que ha exacerbado la tensión.
En medio de la falta de diálogo, los hoteleros se sorprendieron al observar una campaña mediática que los señalaba de realizar pagos irrisorios por concepto de impuestos, incluso menos que propiedades residenciales. Toni Chávez ha solicitado públicamente a la alcaldesa pruebas que respalden estas afirmaciones, enfatizando que la verdad debe prevalecer sobre las acusaciones sin sustento.
La postura de rechazo a la propuesta de incremento en los valores catastrales no es una confrontación personal, sino un pedido respetuoso basado en la realidad económica actual. Los hoteleros argumentan que las condiciones financieras existentes hacen insostenible cualquier aumento de tal magnitud, lo que afectaría gravemente la operatividad de los negocios.
Chávez detalló que la aprobación de las nuevas tasas implicaría un salto exponencial en los pagos para hoteles de menor tamaño, pasando de cientos de miles a varios millones de pesos. Este incremento desproporcionado no solo golpearía a los empresarios del turismo, sino que repercutiría negativamente en toda la ciudadanía, con efectos económicos en cadena.
La situación actual representa una seria amenaza para los hoteles más pequeños del centro de Playa del Carmen, quienes consideran el cierre o la transformación de sus propiedades en apartamentos si se implementan las nuevas tablas catastrales. Esta medida acarrearía un impacto directo en la economía local, manifestándose en una significativa pérdida de puestos de trabajo. Se estima que al menos el 45% de los hoteles pequeños podrían cesar operaciones, y los grandes establecimientos se verían obligados a buscar amparos legales.