Con una significativa inversión de 33 millones de pesos, equivalentes a cerca de 1.7 millones de dólares, la gobernadora Mara Lezama ha puesto en marcha un ambicioso programa de rehabilitación vial en Cozumel. Estos fondos provienen del Fideicomiso de Derecho a Cruceristas, una entidad clave en el desarrollo de la isla. El objetivo principal de esta obra es atender las necesidades de los residentes y embellecer las arterias principales de la ciudad.
Acompañada por el secretario de Obras Públicas, José Rafael Lara, y el presidente municipal, José Luis Chacón, la gobernadora supervisó personalmente el avance de los trabajos. Destacó que las mejoras se realizan con materiales de alta calidad, como concreto hidráulico de mayor resistencia, lo que asegura durabilidad y resiliencia ante las condiciones climáticas, especialmente las lluvias. Además, se están renovando pozos pluviales, instalando nueva señalización y mejorando las aceras, todo diseñado para optimizar la movilidad y reducir las inundaciones en la isla. La mandataria enfatizó que estas acciones, respaldadas por el Fideicomiso de Derecho a Cruceristas, buscan elevar el bienestar de los habitantes de Cozumel.
La gobernadora Lezama subrayó la importancia estratégica de Cozumel como el principal puerto de cruceros del país. Afirmó que la isla merece infraestructuras viales que estén a la altura de su gente trabajadora y de los miles de visitantes que llegan diariamente. En este contexto, cabe recordar que David Ortiz Mena, un destacado empresario turístico de Quintana Roo, había propuesto en junio la creación de un fondo estatal para emergencias naturales, financiado por impuestos a los cruceristas, con el fin de gestionar de manera transparente los recursos y abordar desafíos como el arribo masivo de sargazo. Esta visión resalta la importancia de la colaboración entre el sector público y privado para el desarrollo sostenible de la región.
La inversión en la infraestructura de Cozumel refleja un compromiso con el progreso y la calidad de vida de sus ciudadanos, al tiempo que refuerza la reputación de la isla como un destino turístico de primer nivel. Estas mejoras no solo embellecen el entorno, sino que también garantizan la seguridad y la eficiencia en los desplazamientos, sentando las bases para un futuro próspero y resiliente para la comunidad y sus visitantes.