El Aeropuerto Internacional de Tulum ha anunciado una extensión de tres años en su programa de incentivos dirigido a compañías aéreas, una estrategia clave para dinamizar el tráfico aéreo y la conectividad de Quintana Roo. Estos beneficios se centran en reducir la Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA) y los costos asociados a los servicios de plataforma que se ofrecen a las aeronaves en tierra. La administración busca que la terminal sea más atractiva para las operaciones, estimulando así el crecimiento de la oferta de vuelos, lo cual es fundamental para el desarrollo económico y turístico de la región. El secretario de Turismo de Quintana Roo, Bernardo Cueto Riestra, destacó que esta iniciativa permitirá a diversas aerolíneas mantener y expandir sus operaciones hacia el Caribe mexicano, beneficiando no solo a destinos consolidados como Tulum y la Riviera Maya, sino también a zonas con potencial de crecimiento en el sur del estado, tales como Maya Ka’an, Mahahual y Bacalar.
Las tarifas específicas para el uso del aeropuerto en Tulum están diferenciadas: los vuelos nacionales tienen un costo de 310 pesos (aproximadamente 17 dólares), mientras que los internacionales ascienden a 558 pesos (alrededor de 19 dólares). La gestión de esta terminal, conocida también como Felipe Carrillo Puerto, ha sido encomendada por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) a la empresa Olmeca-Maya-Mexica, actualmente denominada Grupo Mundo Maya. Esta entidad tiene la facultad de establecer tarifas particulares para los servicios aeroportuarios. La normativa publicada en el Diario Oficial de la Federación indica que la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) puede fijar precios específicos si no existen condiciones de competencia adecuadas, especialmente en contratos entre la operadora y los proveedores de servicios complementarios, como las aerolíneas. En un esfuerzo previo por contrarrestar la disminución de vuelos, el aeropuerto ya había considerado ofrecer subsidios a las aerolíneas, como se informó anteriormente, con el fin de retener rutas que habían sido suspendidas, en su mayoría, por ser de temporada, esperando su reactivación en diciembre.
Esta medida proactiva no solo busca recuperar la operatividad aérea, sino también cimentar un futuro más próspero para el turismo en Quintana Roo. Al ofrecer incentivos a largo plazo, el aeropuerto de Tulum envía una señal clara de compromiso con las aerolíneas, promoviendo la estabilidad y el crecimiento de las rutas. La expansión de la conectividad aérea es un motor vital para el desarrollo regional, al facilitar el acceso a una de las zonas con mayor riqueza natural y cultural de México, lo que a su vez genera empleo y mejora la calidad de vida de sus habitantes. Es un ejemplo de cómo la colaboración estratégica entre el sector público y privado puede superar desafíos y construir un camino hacia un futuro más brillante y conectado.