Ubicada en la costa septentrional de Sicilia, entre el mar Tirreno y el majestuoso promontorio rocoso de La Rocca, se alza Cefalú, una ciudad de inigualable encanto y rica herencia histórica. Fundada por los griegos en el siglo V a.C. y moldeada por sucesivas ocupaciones romanas, árabes, normandas y españolas, Cefalú se ha consolidado como un destino turístico de primer orden. Su atractivo reside en la armoniosa combinación de playas de arena suave y aguas transparentes, un casco antiguo lleno de palacios e iglesias históricas, una atmósfera serena y una gastronomía mediterránea exquisita. Además, la ciudad ofrece la posibilidad de realizar fascinantes excursiones a maravillas cercanas como las Islas Eolias, Palermo o el imponente volcán Etna, completando así una experiencia siciliana verdaderamente inolvidable.
Para una visita completa, se recomienda destinar al menos un día a Cefalú, aunque un tiempo adicional permitirá explorar con calma sus rincones y disfrutar de excursiones a los alrededores. La ciudad se presta a ser recorrida a pie, facilitando el acceso a sus principales puntos de interés. Este recorrido te guiará por los lugares más destacados de Cefalú, desde sus alturas rocosas hasta sus orillas marítimas, sumergiéndote en un patrimonio que fusiona historia, arte y naturaleza en un entorno único.
Explorar Cefalú significa adentrarse en un mosaico de épocas y culturas. La ascensión a La Rocca es una experiencia ineludible, recompensada con vistas espectaculares que abarcan desde el Tirreno hasta el pintoresco casco antiguo y el puerto. Este promontorio no solo ofrece panorámicas impresionantes, sino que también alberga vestigios milenarios como el Templo de Diana y las ruinas de un castillo normando. En el corazón de la ciudad, la Piazza Garibaldi, con su Iglesia de Maria Santissima della Catena y la Torre dell’Orologio, encapsula la esencia local. El Corso Ruggero, arteria principal del centro histórico, serpentea entre joyas arquitectónicas como el Osterio Magno, la Iglesia del Purgatorio y la majestuosa Plaza del Duomo, que culmina en la imponente Catedral de Cefalú. Este templo, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es un testimonio sublime del arte normando con toques árabes, y su interior resguarda el célebre mosaico del Cristo Pantocrátor.
La Rocca, con sus 268 metros de altura, se erige como el emblema de Cefalú. Se aconseja iniciar el ascenso temprano en la mañana o al atardecer para evitar el calor intenso, llevando calzado apropiado y suficiente agua. La subida por la empinada escalera zigzagueante dura aproximadamente media hora y la entrada tiene un coste de 5 euros en efectivo. Desde los diversos miradores de la muralla defensiva, las vistas del mar Tirreno, el centro histórico y el puerto son simplemente cautivadoras, e incluso es posible divisar las Islas Eolias en días claros. Además de las vistas, el recorrido incluye paradas en el Templo de Diana, un santuario megalítico del siglo IX a.C., y los restos de un castillo normando edificado sobre una antigua ciudadela árabe. Es fundamental tener en cuenta que, en condiciones climáticas adversas, el acceso a La Rocca puede cerrarse. Al descender, la Piazza Garibaldi es el punto de partida ideal para explorar el vibrante Corso Ruggero, que lleva al viajero a través de la historia y el presente de Cefalú, con sus antiguas iglesias y palacios barrocos. Una parada obligatoria es la Iglesia del Purgatorio, un bello ejemplo del barroco siciliano, antes de llegar a la Plaza del Duomo, un vibrante espacio rodeado de edificios históricos. La Catedral, por su parte, invita a la contemplación con su fachada flanqueada por torres almenadas y un interior que alberga un techo de madera artesonado y el impresionante mosaico del Cristo Pantocrátor.
Cefalú no solo ofrece historia y arquitectura, sino también una profunda conexión con el mar. El Bastión de Capo Marchiafava brinda vistas espectaculares de la costa y el faro, mientras que el sendero geológico costero permite un singular acercamiento a la formación natural de Sicilia. El Puerto Viejo, inmortalizado en el cine, es un rincón idílico para disfrutar de la estampa de las casas de pescadores y una de las puestas de sol más memorables. A través de la Via Vittorio Emanuele, se llega al Lavadero Medieval, un testimonio de la vida cotidiana de antaño, y al Museo Mandralisca, que atesora una colección de gran valor, incluyendo el famoso “Retrato de un hombre” de Antonello da Messina. La Playa de Cefalú, con su arena fina y aguas tranquilas, es el lugar perfecto para relajarse y disfrutar del Mediterráneo, ofreciendo también un marco incomparable para contemplar el atardecer. Para los más aventureros, los paseos en barco permiten explorar la costa desde una perspectiva diferente, con la posibilidad de practicar snorkel en sus cristalinas aguas.
Desde el Bastión de Capo Marchiafava, una estructura defensiva del siglo XVII, se extiende una terraza con vistas privilegiadas de la costa siciliana y el faro de Cefalú. En días claros, es posible incluso avistar las Islas Eolias. Desde este punto, el sendero geológico se presenta como una opción fascinante para los amantes de la naturaleza, revelando la evolución geológica de la costa a lo largo de millones de años a través de paneles informativos. El camino conduce al Puerto Viejo, un sitio pintoresco que evoca la magia del cine y es ideal para capturar fotografías memorables. El atardecer en este lugar es particularmente cautivador, con la luz dorada realzando las fachadas de las antiguas casas. Saliendo del puerto a través de la Puerta Pescara, única puerta medieval restante, se accede a la Via Vittorio Emanuele. Esta calle, junto a la Via Carlo Ortolani di Bordonaro, es un centro gastronómico y comercial, perfecto para degustar las delicias sicilianas como la pasta alla norma o los cannoli, mientras se admira la arquitectura local. Un desvío a lo largo de esta calle lleva al Lavadero Medieval, un histórico punto de encuentro para las lavanderas, donde el agua del río Cefalino fluía a través de ocho pilas de piedra antes de desembocar en el mar. Finalmente, el Museo Mandralisca, con su variada colección arqueológica, numismática y malacológica, ofrece una ventana a la historia y el arte de la región, destacando la obra maestra de Antonello da Messina. Para culminar la experiencia, la Playa de Cefalú y el paseo marítimo Lungomare Giuseppe Giardina invitan a disfrutar del sol y el mar, con la posibilidad de disfrutar de un “taglieri” de productos locales mientras se observa una espectacular puesta de sol. Los paseos en barco, con opciones de snorkel, proporcionan una perspectiva única de la costa, mientras que las excursiones a las Islas Eolias, el Etna o Palermo ofrecen una oportunidad para explorar más allá de Cefalú.