Cada est\u00eaci\u00f3n estival, los r\u00edos del Parque Nacional Katmai en Alaska son testigos de una extraordinaria aglomeraci\u00f3n de osos grizzly, o Ursus arctos horribilis. Este congregaci\u00f3n masiva se debe a la migraci\u00f3n de millones de salmones que, impulsados por el instinto reproductivo, remontan los cursos fluviales hasta sus lugares de origen. En su arduo trayecto, los salmones se lanzan al aire, desafiando las cascadas, mientras los osos, con una destreza asombrosa, esperan pacientemente el momento id\u00f3neo para capturarlos con sus mand\u00edbulas. Esta festividad estacional, aunque ef\u00edmera, es una fuente crucial de calor\u00edas, indispensable para que estos grandes mam\u00edferos superen el inminente invierno.
Sin embargo, la pesca no siempre transcurre en completa calma. Durante el apogeo de la migraci\u00f3n de salmones, cuando el r\u00edo bulle de peces, es com\u00fan observar a m\u00faltiples osos cohabitando armoniosamente el espacio de pesca. No obstante, a medida que el alimento escasea y la necesidad se intensifica, el temperamento de los osos cambia, volvi\u00e9ndose m\u00e1s posesivos y agresivos. Las disputas por los puntos m\u00e1s ventajosos para la pesca se vuelven habituales. Para aquellos que se dedican a la fotograf\u00eda de naturaleza, este evento anual representa una de las experiencias m\u00e1s cautivadoras y m\u00e1gicas para documentar.