El ejecutivo portugués ha formalizado la aprobación de la reprivatización parcial de la aerolínea nacional TAP, permitiendo la venta del 49.9% de su capital social. Esta determinación se ha anunciado tras una reunión ministerial en Lisboa, donde el primer ministro, Luís Montenegro, destacó que el 44.9% del capital estará disponible para inversores externos, mientras que el 5% restante se destinará a los empleados de la compañía. Esta medida representa un paso decisivo para la aerolínea, que ha enfrentado un periodo de incertidumbre y especulación en torno a su futuro.
La decisión de privatizar una parte de TAP responde al objetivo estratégico de fortalecer el centro de operaciones en Lisboa y garantizar la utilización óptima de las infraestructuras aeroportuarias del país, según afirmó el primer ministro. Este anuncio marca el inicio de un proceso largamente esperado, que había sido pospuesto en el pasado debido a la inestabilidad política y la convocatoria anticipada de elecciones. El anterior gobierno había propuesto la privatización de al menos el 51% de la compañía en septiembre de 2023, pero el cambio de liderazgo político detuvo la iniciativa. Ahora, con el nuevo gobierno de centro-derecha, el camino hacia la privatización se reabre.
En este contexto de búsqueda de nuevos socios, el gobierno portugués ha establecido condiciones claras para la venta de TAP, priorizando el mantenimiento de Lisboa como hub principal y la continuidad de rutas aéreas clave hacia Brasil y Norteamérica. En caso de que ningún postor cumpla con estas estipulaciones, el Estado se reserva el derecho de mantener la mayoría accionaria de la aerolínea. Aunque no se han fijado fechas exactas para la conclusión de la venta, se ha confirmado que ya se han mantenido conversaciones con importantes grupos aéreos como IAG, Lufthansa y Air France-KLM, quienes han manifestado interés en adquirir una participación en la compañía.
Esta medida representa una oportunidad clave para la revitalización y el crecimiento de TAP, asegurando su estabilidad financiera y operativa a largo plazo. La colaboración entre el sector público y privado puede impulsar la competitividad de la aerolínea en el mercado global, beneficiando no solo a la compañía y a sus empleados, sino también a la economía portuguesa en su conjunto. Es un testimonio de que, incluso en tiempos de desafíos, la visión estratégica y la acción decidida pueden forjar un futuro más próspero y dinámico para las empresas nacionales y el país.