La iniciativa del Tren Maya ha emergido como un catalizador fundamental para el progreso económico en el sureste de México. Desde su concepción, este ambicioso proyecto ha contribuido a un incremento sustancial en el Producto Interno Bruto de los cinco estados involucrados, reflejando un impacto positivo en la creación de puestos de trabajo y una disminución en la tasa de desempleo. Según los datos presentados por el director general de la entidad a cargo del Tren Maya, Óscar Lozano, la infraestructura ferroviaria ha logrado transportar a más de un millón de viajeros, demostrando su creciente relevancia en el entramado económico regional.
Este sistema ferroviario, que opera con la totalidad de sus 34 paradas a lo largo de 1.554 kilómetros, se ha distinguido por su capacidad de vinculación con seis terminales aéreas internacionales, lo que facilita enormemente la movilidad de los usuarios. Las rutas que unen Cancún con Mérida, Playa del Carmen y Palenque se han posicionado como las más concurridas, evidenciando el éxito en la atracción de visitantes hacia las zonas turísticas. Para potenciar aún más la afluencia de turistas, se han diseñado paquetes vacacionales integrales que incluyen vuelos con aerolíneas nacionales, estancias hoteleras, gastronomía local y experiencias culturales, siendo la propuesta “Mares y Lagunas” una de las más demandadas por su oferta de snorkel y recorridos arqueológicos en destinos como Tulum y Bacalar.
La consolidación del Tren Maya es un testimonio del poder transformador de la inversión en infraestructura y el desarrollo regional. Al unir esfuerzos entre el sector público y la comunidad, se abren nuevas avenidas para el crecimiento sostenible y se reafirma el compromiso con un futuro donde la prosperidad se distribuya de manera equitativa. Este proyecto no solo es un medio de transporte, sino un símbolo de la capacidad humana para innovar y construir puentes que conectan personas, culturas y oportunidades, inspirando un camino de progreso y bienestar colectivo.