La empresa de parques temáticos y atracciones turísticas, Grupo Xcaret, se encuentra bajo escrutinio tras la presentación de una demanda legal por parte de una familia de origen chileno. El litigio se origina a raíz de un desafortunado percance que sufrió un visitante con síndrome de Down en una de sus instalaciones. Este incidente ha puesto en tela de juicio los protocolos de seguridad y la supuesta política de inclusión de la compañía, generando un debate sobre la responsabilidad de las empresas turísticas ante situaciones que comprometen la salud y bienestar de sus clientes, especialmente aquellos con necesidades especiales. La familia afectada busca justicia y reparación por los daños y lesiones que, según su testimonio, alteraron drásticamente la calidad de vida del turista.

El incidente ocurrió en Xcaret Xailing, una de las divisiones de Grupo Xcaret, cuando Cristian Cáceres González, un hombre de 50 años con síndrome de Down, intentaba acceder a un ferry. Durante el proceso de embarque, el Sr. Cáceres tropezó y cayó, sufriendo contusiones. Según Paulina Inés Cáceres González, hermana del afectado, estas lesiones derivaron en un cuadro de cuadriplejía. La familia relata que el equipo médico de Xcaret les aseguró inicialmente que solo se trataba de golpes y un esguince, lo que llevó a que continuaran con las actividades turísticas utilizando una silla de ruedas para el Sr. Cáceres. Esta discrepancia entre el diagnóstico inicial y el estado de salud posterior ha sido un punto central de la denuncia, destacando la preocupación por la atención recibida.

En respuesta a las acusaciones, Grupo Xcaret ha emitido un comunicado expresando su pesar por la condición de salud del Sr. Cáceres. La compañía afirmó que su equipo de primeros auxilios proporcionó asistencia inmediata en el momento del accidente y que su intención siempre ha sido escuchar y atender a la familia. No obstante, en su defensa, el consorcio ha señalado que no existe un registro oficial, ni por parte de su aseguradora ni de su equipo de servicio al cliente, que contenga un expediente clínico que justifique las atenciones quirúrgicas reclamadas por la familia. Este aspecto es crucial, ya que la aseguradora solicita dicho documento para procesar cualquier reclamación de cobertura.

Este suceso subraya la importancia de la transparencia y la comunicación efectiva entre las empresas de servicios turísticos y sus clientes, en particular cuando se trata de emergencias médicas. La familia Cáceres ha enfatizado que, a pesar de la imagen de inclusividad que los parques Xcaret proyectan, su experiencia ha sido contradictoria, resaltando una falta de adecuación real para personas con discapacidad. La denuncia no solo busca compensación por los daños, sino también generar conciencia sobre la necesidad de mejorar las prácticas de seguridad y accesibilidad en la industria turística.

En el contexto de este incidente, cabe recordar que Grupo Xcaret implementó recientemente un nuevo modelo operativo en su parque ecológico de Playa del Carmen. A partir de julio, se limitó el número de accesos diarios con el fin de optimizar la calidad de los servicios y ofrecer una experiencia más personalizada. Si bien esta medida busca mejorar la experiencia general del visitante, la situación actual resalta la necesidad de que la calidad del servicio incluya también la seguridad y la atención adecuada para todos los perfiles de turistas.

La denuncia contra Grupo Xcaret pone de manifiesto desafíos importantes en la industria turística, especialmente en lo que respecta a la seguridad y la inclusión de personas con capacidades diferentes. Este caso particular subraya la urgencia de que las empresas del sector no solo se centren en la experiencia recreativa, sino que también refuercen sus protocolos de emergencia y atención médica, asegurando que sus instalaciones y servicios sean verdaderamente accesibles y seguros para todos los visitantes, independientemente de sus condiciones de salud.