Recientemente, un potente terremoto de magnitud 8.8 sacudió las costas rusas, generando alertas de tsunami en vastas regiones del Pacífico. Este evento, aunque distante de la península ibérica, sirve como un crudo recordatorio de la fuerza destructiva de la naturaleza. Mientras las imágenes de devastación llegan desde Rusia y se activan evacuaciones en Hawái, Japón, Filipinas y Chile, España, ubicada fuera del Cinturón de Fuego del Pacífico, observa los acontecimientos, consciente de que su propia historia no la exime de tales riesgos.
La noción de que los tsunamis son ajenos a España es errónea. El Gran Terremoto de Lisboa de 1755, con una magnitud estimada entre 8.7 y 9.0, no solo devastó la capital portuguesa, sino que también desató un tsunami que impactó con furia las costas de España y Marruecos. En Cádiz, las olas alcanzaron alturas de hasta 18 metros, causando estragos desde el Puerto de Santa María hasta Tarifa. Localidades onubenses como Ayamonte y Lepe sufrieron pérdidas humanas y materiales incalculables, un testimonio palpable de la vulnerabilidad de la región ante eventos sísmicos y sus consecuencias marinas.
Más allá del Atlántico, el Mediterráneo también ha sido escenario de tsunamis devastadores. Si bien el arco helénico se considera la zona de mayor riesgo en el Mare Nostrum, como lo demuestran eventos históricos en los años 365, 1303, 1908 y 1956, España no está exenta. En 2003, un tsunami originado en el norte de Argelia generó olas de 2 metros que llegaron hasta las Islas Baleares, confirmando que la amenaza también se extiende a esta cuenca.
Las proyecciones más recientes refuerzan la preocupación. En 2022, la Comisión Intergubernamental de los Océanos advirtió de una probabilidad del 100% de que un tsunami de más de un metro ocurra en el Mediterráneo en los próximos 30 años. Para España, el riesgo se concentra en el mar de Alborán y el litoral atlántico. La falla marina de Averroes, frente a las costas andaluzas, podría generar olas de hasta seis metros que alcanzarían la costa en apenas media hora. Asimismo, estudios recientes indican una probabilidad del 10% de que un tsunami de un metro impacte Huelva o Cádiz en los próximos 50 años.
Ante este panorama, varias localidades del sur de España han comenzado a implementar protocolos de actuación y prevención, como el Plan Tsunami Huelva. Aunque estos fenómenos no son cotidianos en las costas españolas, la combinación de la historia y la ciencia subraya un riesgo innegable. La preparación es crucial para construir resiliencia frente a la imprevisibilidad de la naturaleza y proteger a las comunidades costeras.