El sector hotelero en América Latina está experimentando un notable crecimiento, con un número significativo de nuevos proyectos en desarrollo. Este dinamismo se ve especialmente impulsado por la anticipación de grandes eventos internacionales y la emergencia de nuevos polos turísticos que atraen inversiones de cadenas hoteleras de renombre. La diversificación de la oferta, especialmente hacia el segmento de lujo, es una tendencia clara, lo que promete transformar el panorama turístico de la región y consolidar su posición en el mapa global.
La República Dominicana encabeza la lista de destinos con mayor número de proyectos hoteleros, proyectando un aumento considerable en su capacidad de alojamiento. Le sigue de cerca México, que también muestra una impresionante cartera de construcciones. Este auge en la infraestructura turística no solo refleja la confianza en el potencial de la región, sino que también subraya la capacidad de adaptación y crecimiento del sector ante las nuevas demandas del mercado y las oportunidades que brindan los acontecimientos de envergadura.
La República Dominicana se posiciona a la vanguardia de la expansión hotelera en el Caribe, con un impresionante total de 85 proyectos en marcha que prometen añadir cerca de 18,500 habitaciones a su inventario actual. Este desarrollo sin precedentes refuerza su estatus como un destino turístico de primer nivel, atrayendo a visitantes en busca de nuevas experiencias y alojamientos de alta calidad. La inversión en infraestructura hotelera es un claro indicador de la fe en el futuro del turismo dominicano.
Paralelamente, México no se queda atrás en esta ola de crecimiento, sumando un total de 263 hoteles en construcción que incorporarán alrededor de 40,000 habitaciones. Dentro de este panorama, Ciudad de México se perfila como un centro urbano clave con 29 nuevos establecimientos y aproximadamente 3,400 habitaciones, mientras que la Riviera Maya añade 17 proyectos con cerca de 1,800 nuevas unidades. Esta expansión en destinos estratégicos como Cancún, Guadalajara y Monterrey, impulsada en parte por la próxima Copa Mundial de Fútbol de la FIFA 2026, augura un impacto significativo en la economía local y en la oferta turística de México, consolidando su atractivo global. La diversificación hacia el lujo, con marcas como Four Seasons y Rosewood, evidencia una apuesta por segmentos de alto valor, buscando competir con otras regiones de élite.
La dinámica expansión hotelera en la región se caracteriza por la participación activa de importantes grupos y familias inversoras que apuestan por el desarrollo de nuevos complejos. Estas inversiones no solo se centran en aumentar el número de habitaciones, sino también en elevar la calidad y el segmento de la oferta, con un énfasis particular en el lujo y la exclusividad, respondiendo a una demanda creciente de experiencias de alta gama por parte de los viajeros internacionales.
Gigantes de la hotelería como Hyatt y Meliá, junto con la influyente familia Rainieri y el grupo Posadas, son protagonistas de estas ambiciosas expansiones. República Dominicana, en particular, está fortaleciendo su propuesta de valor con la introducción de cinco marcas de lujo de primer nivel, incluyendo Four Seasons, Rosewood, Ritz-Carlton, Zemi y Curio, además de la incursión de Zel, la marca del reconocido tenista Rafa Nadal en asociación con Meliá. Este enfoque en el lujo busca equiparar la oferta dominicana a la de destinos consolidados como Quintana Roo, ofreciendo una experiencia distintiva y de alto nivel. La sinergia entre eventos de talla mundial como el Mundial de Fútbol y la visión de crecimiento de estas cadenas es fundamental para el florecimiento del sector turístico en América Latina, abriendo nuevas posibilidades y atrayendo un perfil de turista más exigente.