Durante los primeros seis meses del año, el sector hotelero español ha afianzado su liderazgo en el mercado de inversión inmobiliaria, erigiéndose como el destino predilecto para los capitales. La inyección de recursos ha superado los 1.766 millones de euros, lo que representa un aumento del 20% en comparación con el mismo lapso del año anterior. Este extraordinario desempeño constituye el tercer registro más elevado en la historia para este período, según datos del estudio de Inversión Hotelera en España, elaborado por el equipo especializado en hoteles de Colliers.
En este periodo, se han llevado a cabo transacciones que involucran más de 9.500 habitaciones en un total de 75 operaciones. Un impresionante 63% del capital invertido se ha dirigido al segmento de ocio, lo que permite a este tipo de establecimientos recuperar la supremacía que mantenían desde 2017, solo interrumpida brevemente en 2024 por el dinamismo del mercado urbano. Adicionalmente, los activos de alta categoría han captado una atención significativa, con los segmentos de cuatro y cinco estrellas concentrando el 74% del volumen total invertido, lo que subraya la preferencia por propiedades que atraen a turistas de mayor poder adquisitivo.
El archipiélago canario se ha posicionado a la vanguardia de la inversión hotelera, impulsado por la transacción individual más relevante en la historia del sector en España: la adquisición del Mare Nostrum Resort por Spring Hotels. Esta operación ha elevado el volumen total en la región a 648 millones de euros, representando el 37% del total nacional. Por su parte, Barcelona ocupa el segundo lugar, con 12 operaciones y un volumen de 377 millones de euros, incluyendo la venta de hoteles emblemáticos como el Barceló Raval. Baleares se sitúa en tercera posición, con 282 millones de euros en 12 operaciones, mientras que Madrid ha registrado una actividad más limitada debido a la escasez de activos disponibles.
La tendencia de la inversión hotelera se inclina cada vez más hacia los activos de categoría superior. Los segmentos de 4 y 5 estrellas han concentrado el 74% del volumen total invertido en el semestre, lo que demuestra una clara orientación del capital hacia la mejora de la oferta y la atracción de un perfil de visitante con mayor poder adquisitivo. Como resultado, el precio medio por habitación transaccionada ha mantenido su trayectoria ascendente, alcanzando los 188.600 euros, un 12% más que el promedio pospandemia. Este incremento se atribuye en gran parte a la influencia de transacciones destacadas como la del Mare Nostrum Resort y al creciente protagonismo de los activos de lujo ubicados en zonas estratégicas.
El primer semestre del año ha sido testigo de un cambio en el perfil de los inversores, con una mayor participación del capital nacional. Los grupos hoteleros, las oficinas familiares y las SOCIMI españolas han representado el 64% del volumen total transaccionado, alcanzando los 1.122 millones de euros. Destacan actores como Spring Hotels, Alexandre Hotels, Lopesan e Ilunion Hotels. Sin embargo, no se puede pasar por alto el creciente interés de firmas francesas como Sofidy e Inter-Gestion REIM, que han protagonizado algunas de las transacciones más relevantes de los últimos meses.
Las proyecciones para la segunda mitad del año son sumamente optimistas, con un volumen de operaciones en fase avanzada que supera los 2.000 millones de euros. Se espera el cierre de importantes transacciones, como la compra de la cartera de Silken, valorada en unos 200 millones de euros, y la adquisición del Fairmont La Hacienda por Activums SG, por 170 millones. En palabras de Gonzalo Gutiérrez, director general de Hoteles de Colliers, “todo indica que 2025 superará nuevamente la barrera de los 3.000 millones”, consolidando a España como uno de los mercados hoteleros más dinámicos y atractivos a nivel europeo y global.