La aerolínea Latam, a través de su máxima ejecutiva en Colombia, Erika Zarante, ha puesto de manifiesto la crítica situación que atraviesa la isla de San Andrés. A pesar de ser el principal operador aéreo de este destino caribeño, Latam considera que la elevada tarifa de la tarjeta de turismo está socavando su atractivo y competitividad. Esta contribución económica, que puede representar un desembolso significativo para grupos familiares, se suma a una serie de desafíos estructurales que, según la aerolínea, no están siendo abordados eficazmente por las autoridades locales. La compañía insiste en que la solución a la problemática turística de San Andrés va más allá de la simple oferta de vuelos, requiriendo una gestión integral que mejore las condiciones generales del destino.
Erika Zarante, la líder de Latam Airlines en territorio colombiano, enfatizó en un reciente comunicado a un medio de prensa que, si bien su empresa ostenta la posición dominante en términos de operaciones hacia San Andrés, la isla no consigue ser un destino plenamente competitivo. La principal barrera identificada es el elevado valor de la tarjeta turística, que, en el caso de una familia compuesta por cuatro miembros, podría ascender al mismo valor de un billete aéreo. Esta situación crea una carga económica adicional para los viajeros, disminuyendo el interés por visitar la isla.
La ejecutiva desestimó las acusaciones de las autoridades locales y gubernamentales que sugerían una insuficiencia en la oferta de vuelos por parte de las aerolíneas. En contraste, Zarante afirmó que Latam mantiene una operación robusta y adaptada a la demanda existente. Sin embargo, subrayó que la verdadera raíz del problema radica en la ausencia de una estrategia turística clara y de políticas efectivas por parte de la administración insular para mitigar las diversas problemáticas que afectan a San Andrés en la actualidad.
Zarante puntualizó que, a pesar de la disponibilidad de suficientes conexiones aéreas hacia San Andrés, los desafíos persistentes en la isla, comunes en cualquier destino turístico, no están siendo resueltos de manera proactiva. La inacción en la búsqueda de soluciones a estas problemáticas, sumada al costo de la tarjeta de turismo que alcanza casi los 120 mil pesos, hace que el destino pierda atractivo. Para una familia de cuatro personas, esta tarifa adicional implica un gasto equiparable al de un pasaje, lo que claramente desalienta la elección de San Andrés como lugar de vacaciones.
Aunque San Andrés representa un foco estratégico para Latam, la compañía recalca la importancia de que los destinos asuman su propia responsabilidad en la gestión y desarrollo turístico. La vicepresidenta de Latam Airlines en Colombia destacó que el aumento en la cantidad de vuelos por sí solo no resolverá las deficiencias subyacentes. Este llamado a la acción por parte de las autoridades insulares se alinea con las recientes declaraciones de Latam sobre la necesidad de una planificación aeroportuaria integral en Colombia y la inclusión de las aerolíneas en las discusiones sobre infraestructura y turismo nacional.
En línea con estas observaciones, Latam ha señalado previamente seis retos cruciales para la infraestructura aeroportuaria colombiana, insistiendo en la necesidad de una planificación exhaustiva y la participación activa de las aerolíneas en la configuración de las políticas aeroportuarias y turísticas del país. Además, se hizo un llamado a la reducción de los plazos de las concesiones y a la búsqueda de un equilibrio en las compensaciones a los consumidores que no comprometa la viabilidad económica del sector aéreo.
La situación actual en San Andrés, con su elevada tarifa turística y la percepción de falta de acción gubernamental, subraya la complejidad de la gestión de destinos insulares que dependen en gran medida del turismo. La perspectiva de Latam ofrece una visión crítica sobre cómo la falta de una política turística coherente y la presencia de costos adicionales pueden impactar negativamente la afluencia de visitantes, a pesar de los esfuerzos de las aerolíneas por mantener la conectividad.