La operadora ferroviaria española, Renfe, ha marcado un hito sin precedentes en el primer semestre del año, registrando una cifra histórica de 277.4 millones de usuarios. Este notable incremento, un 3.2% superior al mismo periodo del año previo, subraya una trayectoria ascendente en la demanda de sus servicios. A pesar de un panorama competitivo cada vez más intenso, la compañía ha logrado fortalecer su posición, evidenciando una resiliencia y una capacidad de adaptación destacables en el sector del transporte.
El presidente de la entidad, Álvaro Fernández Heredia, compartió estos impresionantes resultados durante un evento organizado por Executive Forum. Resaltó que no solo se alcanzó una cifra récord general, sino que también se lograron máximos históricos en las categorías de alta velocidad y larga distancia, superando los 18 millones de viajeros. Este logro es particularmente significativo considerando la entrada de nuevos actores en el mercado, como Ouigo e Iryo. Además, los servicios de cercanías también experimentaron un auge, con un incremento de 10 millones de pasajeros en Madrid, alcanzando los 132 millones.
Fernández Heredia expresó confianza en que Renfe está superando a sus competidores privados en el segmento de alta velocidad. Atribuyó este éxito no solo al crecimiento en el volumen de pasajeros, sino también a la rentabilidad de la compañía, en contraste con las pérdidas reportadas por sus rivales. Respecto a los incidentes operativos que ocasionalmente afectan el servicio, el presidente enfatizó que son parte inherente de cualquier sistema complejo que maneja 5,300 operaciones diarias, argumentando que la atención mediática desproporcionada distorsiona la realidad de su eficiencia.
En este sentido, defendió la puntualidad de Renfe, que con un 88% supera a la de Iberia (86%), posicionándose como la tercera en el ranking europeo, solo detrás de Suiza y Países Bajos. Además, destacó que a nivel mundial, la empresa ocupa el primer lugar en cuanto a la menor cantidad de cancelaciones. Atribuyó muchas de las deficiencias históricas a la insuficiente inversión en la renovación de trenes durante las últimas tres décadas, particularmente entre 2010 y 2018. Sin embargo, proyectó un futuro de transformación con una inversión planificada de más de 6,000 millones de euros entre 2025 y 2029, la mitad de los cuales se destinará a la adquisición de nuevas unidades, lo que representa la mayor modernización de flota en la historia de la compañía.
Estos resultados no solo reflejan la creciente preferencia de los ciudadanos por el transporte ferroviario, sino también la eficacia de las estrategias implementadas por Renfe para mantener su liderazgo en un mercado dinámico. La apuesta por la inversión en infraestructura y material rodante promete consolidar aún más su posición y mejorar la experiencia de viaje para millones de usuarios en los próximos años.