El gestor aeroportuario Aena ha reafirmado su decisión de elevar las tasas a partir del próximo mes de marzo, argumentando que sus tarifas siguen siendo sumamente competitivas en el panorama europeo, a pesar de las objeciones de diversas compañías aéreas, especialmente Ryanair. Esta postura se mantiene en un periodo de auge para el sector, marcado por un número récord de pasajeros y operaciones, tanto en la temporada estival recién concluida como en las proyecciones de asientos para el invierno.
Este incremento tarifario ha generado un intenso debate dentro de la industria turística española. Mientras Aena subraya la solidez de su modelo y la eficacia de su gestión, que ha propiciado un crecimiento sin precedentes, otras entidades como la Mesa del Turismo y Exceltur han manifestado su preocupación, advirtiendo sobre el posible impacto negativo en la competitividad de España como destino turístico. La situación se complejiza con la intención de aerolíneas de bajo coste, como Ryanair, de ajustar su capacidad en el mercado español como respuesta a esta medida.
Aena ha defendido con firmeza su plan de incrementar las tarifas aéreas a partir de marzo, en medio de un panorama de crecimiento sin precedentes en el tráfico de pasajeros y el número de operaciones. Esta medida, que prevé un alza de 68 céntimos por pasajero, elevando el costo a 11,03 euros a partir de marzo de 2026, se justifica en la base de que las tarifas actuales son “extraordinariamente competitivas” en comparación con las de otros operadores europeos. La compañía subraya que el modelo de gestión implementado ha sido eficiente, lo que ha contribuido a alcanzar estos volúmenes históricos de tráfico. A pesar de las críticas, Aena sostiene que esta subida es necesaria y proporcionada, manteniendo la accesibilidad de sus servicios para las aerolíneas.
El gestor aeroportuario ha presentado datos contundentes para respaldar su decisión. La temporada de invierno que se avecina, que va desde finales de octubre hasta finales de marzo del próximo año, proyecta un aumento del 2,1% en la oferta de asientos en comparación con el periodo anterior. Además, los meses de verano (junio a agosto) han registrado cifras históricas, superando los 89 millones de pasajeros, lo que representa un incremento del 3,3% respecto al año previo. Las operaciones también han visto un crecimiento significativo, con 722.637 movimientos, un 3,8% más. Este crecimiento se observa en los principales mercados emisores, como Reino Unido, Alemania, Italia y Francia, lo que refuerza la narrativa de Aena sobre el éxito y la demanda creciente en sus aeropuertos.
La propuesta de Aena de aumentar sus tarifas ha suscitado una ola de críticas y controversias por parte de las aerolíneas y otros actores clave del sector turístico. La aerolínea irlandesa de bajo coste Ryanair ha sido una de las voces más ruidosas en esta oposición, calificando las tarifas como un obstáculo para la competitividad y anunciando recortes en su oferta de asientos en España. Ryanair ha argumentado que las tasas más elevadas se traducirán en menos rutas y menos oportunidades de viaje para los consumidores, afectando directamente la conectividad y el atractivo del país como destino. Esta disputa pone de manifiesto la tensión constante entre los gestores aeroportuarios y las aerolíneas, especialmente las de bajo coste, en la búsqueda de un equilibrio entre ingresos y operaciones competitivas.
Más allá de Ryanair, la Mesa del Turismo y Exceltur también han expresado su inquietud ante la medida. La Mesa del Turismo ha acusado a Aena de tener un “afán lucrativo”, argumentando que este incremento podría mermar la competitividad turística de España en un mercado global cada vez más reñido. Por su parte, Exceltur ha alertado sobre el riesgo de que estas tasas más altas se conviertan en un lastre para el crecimiento del sector, afectando la llegada de turistas y, por ende, la economía local. Estas críticas reflejan una preocupación generalizada sobre cómo el aumento de los costos operativos en los aeropuertos españoles podría influir en la estrategia de las aerolíneas y, en última instancia, en el volumen de tráfico aéreo y el desarrollo del turismo en el país.