Anidada en el concejo de Llanes, Asturias, la playa de San Antonio del Mar se revela como un espectáculo natural. Con sus setenta metros de longitud y cuarenta de anchura durante la marea baja, este rincón es un microcosmos de serenidad. Rodeada por la majestuosidad de acantilados rocosos y un océano que evoca el cromatismo mediterráneo, su belleza contrasta con el carácter salvaje del Cantábrico, ofreciendo una experiencia única y cautivadora.
La ubicación estratégica de esta playa dentro del Paisaje Protegido de la Costa Oriental de Asturias ha sido crucial para su conservación. La estricta protección ambiental ha garantizado que el paraje mantenga su estado original, sin la presencia de servicios turísticos convencionales como duchas o chiringuitos. Esta ausencia deliberada de infraestructuras refuerza su estatus de playa virgen, atrayendo a aquellos viajeros que valoran la autenticidad y el respeto por el entorno natural.
A escasa distancia de San Antonio, se encuentra Cuevas de Mar, una playa que, a diferencia de su vecina, ofrece una mayor oferta de servicios y comodidades, incluyendo aparcamiento y socorristas durante la temporada. Esta proximidad crea un interesante equilibrio: mientras Cuevas atrae a quienes buscan accesibilidad y actividad, San Antonio permanece como un remanso de paz. Los visitantes tienen la libertad de elegir entre la animación o la quietud, o incluso combinar ambas experiencias en una misma jornada, disfrutando de la diversidad que ofrece el litoral asturiano.
El acceso a la playa de San Antonio del Mar se realiza preferentemente desde Cuevas de Mar, siguiendo un sendero que se adentra en el paisaje costero. Para los amantes del senderismo, existe una ruta circular de 3,8 kilómetros que serpentea por los acantilados, ofreciendo vistas panorámicas impresionantes. Durante este recorrido, es posible visitar la ermita de San Antonio, un punto emblemático que no solo delimita las dos playas, sino que también brinda una de las perspectivas más icónicas de la costa de Llanes. La zona circundante dispone de diversas opciones de alojamiento, desde casas rurales hasta campings, invitando a una inmersión completa en la gastronomía local y el turismo de naturaleza.