El Ministerio de Finanzas de Tailandia ha anunciado una medida audaz: la aceptación de conversiones de criptomonedas a la moneda local, el bat, para turistas extranjeros. Esta iniciativa, que será supervisada de cerca por el Banco de Tailandia, tiene como objetivo principal simplificar y asegurar las transacciones para los visitantes. A partir del último trimestre del año, los turistas podrán convertir un máximo de 500.000 bats, equivalentes a más de 13.000 euros, cada mes.
La implementación de esta política responde al deseo del gobierno de ofrecer a los turistas una manera sencilla y segura de convertir sus activos digitales en bats, facilitando así el pago de bienes y servicios en establecimientos tailandeses. Este proyecto colaborativo involucra a entidades clave como la Comisión de Bolsa y Valores, la Oficina Antilavado de Dinero y el Ministerio de Turismo y Deportes, asegurando un marco regulatorio robusto y previniendo actividades ilícitas como el blanqueo de capitales.
La decisión de integrar las criptomonedas se basa en una profunda comprensión del panorama cambiante del turismo. Los viajeros contemporáneos exhiben un comportamiento cada vez más digital, utilizando la tecnología para la planificación de sus viajes, la realización de pagos electrónicos y, notablemente, adoptando el uso de activos digitales. Tailandia busca alinearse con estas tendencias para mejorar la experiencia del turista y fortalecer su atractivo global.
Inicialmente, la fase de prueba tendrá una duración de 18 meses, periodo tras el cual las autoridades tailandesas evaluarán minuciosamente la eficacia del programa. Este análisis determinará los siguientes pasos a seguir, siempre dentro de un marco regulatorio estricto. Es crucial destacar que, si bien se permitirá la conversión de criptomonedas a moneda local, el plan no autoriza pagos directos con criptomonedas en los comercios; las conversiones deberán realizarse en puntos específicos para este fin.
Con esta estrategia, Tailandia aspira a que los visitantes internacionales puedan realizar sus gastos con mayor facilidad, lo que se traducirá en una modernización significativa de la competitividad de su industria turística. Además, se espera que esta facilidad de transacción genere nuevas oportunidades para atraer inversión extranjera a la región, consolidando la posición de Tailandia como un destino turístico innovador y dinámico. A pesar de haber ajustado sus previsiones de turistas internacionales para este año a 33 millones, tras un flujo de más de 20.1 millones de viajeros hasta principios de agosto, el país continúa apostando fuerte por la recuperación y el crecimiento de su sector turístico.