Frente al desafío de la temporada baja turística en septiembre, las autoridades de Cozumel han puesto sus esperanzas en el poder transformador del deporte para revitalizar la economía local. Elías Farah, director de Turismo municipal, ha anunciado que, a pesar de la previsible disminución de visitantes en este periodo, la isla se prepara para recibir dos eventos internacionales de gran envergadura que auguran una considerable inyección económica.
El 21 de septiembre, la isla será anfitriona del Ironman 70.3, un exigente triatlón de media distancia que abarca 1.9 km de natación, 90 km de ciclismo y 21.1 km de carrera a pie. Este evento, de alcance global, se espera que atraiga a más de 8 mil personas, incluyendo a 2 mil 800 atletas. Poco después, el 27 de septiembre, Cozumel acogerá el Triatlón AsTri Cozumel 2025, con una asistencia estimada de 5 mil 400 participantes y acompañantes. Además, Farah ha anticipado el arribo del imponente crucero Star of the Seas de Royal Caribbean, lo que potenciará aún más el flujo de turistas y beneficiará directamente a los proveedores de servicios turísticos. Pablo Aguilar Torres, representante del Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo en Cozumel, subraya que estas actividades no solo fomentan la actividad económica, sino que también mejoran la ocupación hotelera y proyectan a Cozumel como un referente mundial en el ámbito de las competiciones deportivas.
El turismo deportivo se erige así como un pilar fundamental para la industria turística en México. Esta modalidad no solo reporta beneficios económicos sustanciales, cercanos a los 60.4 mil millones de pesos, sino que también atrae a un significativo porcentaje de visitantes internacionales, contribuyendo a la desestacionalización del sector y a un desarrollo más equilibrado y sostenible. La estrategia de Cozumel representa un claro ejemplo de cómo la diversificación de la oferta turística, enfocada en eventos de calidad, puede ser la clave para superar los desafíos estacionales y consolidar un destino.
La visión estratégica de Cozumel, al capitalizar el turismo deportivo, demuestra un camino prometedor hacia la resiliencia económica y la proyección internacional. Al invertir en eventos de esta magnitud, se fomenta no solo el crecimiento material, sino también el espíritu de superación y la sana competencia, inspirando a la comunidad a alcanzar nuevas metas y a valorar el esfuerzo colectivo en la construcción de un futuro más próspero y dinámico.