La compañía aérea Norwegian ha demostrado una notable recuperación financiera, transformando las pérdidas previas en un semestre de rentabilidad significativa. La aerolínea ha reportado un beneficio neto de 15 millones de euros en la primera mitad del año, un cambio drástico respecto a los 36 millones de euros en pérdidas registrados en el mismo periodo del año anterior. Este giro positivo se atribuye en gran medida a un incremento en el volumen de pasajeros, lo que ha impulsado su facturación hasta los 1.434 millones de euros, un 8.9% más que el año previo. El director ejecutivo de la compañía, Geir Karlsen, ha expresado su satisfacción por estos resultados, destacando un segundo trimestre que ha sido el mejor en la historia de la empresa, tanto para Norwegian como para Widerøe, su filial especializada en vuelos regionales. Los indicadores operativos, incluyendo el beneficio y el margen, se sitúan entre los más altos alcanzados por la aerolínea, mientras que el número de viajeros y la ocupación media han superado las cifras de 2019.
En un acontecimiento histórico para la compañía, Norwegian ha anunciado el reparto de dividendos por primera vez en sus 23 años de trayectoria. Esta decisión del Consejo de Administración implica un pago de 0.90 coronas noruegas por acción, equivalente a unos 0.051 euros, que se efectuará en agosto. La financiación de estos dividendos provendrá principalmente del fondo de dividendos de la compañía, tras depositar la cantidad pendiente del bono corporativo restante. Adicionalmente, las perspectivas de reservas para los próximos meses son muy favorables, con un incremento del 10% en la venta de billetes para julio, agosto y el otoño en comparación con el año pasado. La estrategia de expansión y eficiencia de flota también está rindiendo frutos, evidenciada por la reciente adquisición de 13 aeronaves que previamente operaban bajo arrendamiento y la compra de 11 motores de repuesto CFM LEAP-1B, lo que consolida una visión optimista para la segunda mitad de 2025.
El éxito de Norwegian no solo refleja una gestión financiera astuta, sino también la capacidad de adaptación y resiliencia en un sector tan dinámico como el de la aviación. Este logro subraya la importancia de la visión estratégica y la disciplina operativa para superar desafíos y alcanzar nuevas alturas. La distribución de dividendos, un evento sin precedentes para la aerolínea, no solo recompensa a sus inversores, sino que también envía un mensaje de confianza y solidez al mercado, incentivando la inversión y el crecimiento continuo. En un mundo en constante cambio, la historia de Norwegian es un testimonio de cómo la perseverancia y la innovación pueden transformar la adversidad en una oportunidad para florecer y liderar.