Con la proximidad del evento futbolístico más grande del mundo en 2026, el corazón de Cancún emerge como una oportunidad invaluable para catalizar la economía local. La icónica avenida Yaxchilán, según Aarón Alvarado, director del reconocido hotel Xbalamqué, representa una veta estratégica aún por explotar. Su visión es clara: los visitantes que lleguen al Caribe mexicano con motivo del Mundial, inevitablemente, comenzarán su experiencia explorando el centro urbano, lo que hace imperativa su renovación.
Actualmente, esta arteria principal de la ciudad exhibe una serie de establecimientos desocupados, incluyendo restaurantes y hoteles que, en su día, prosperaron. Alvarado lamenta que muchos de estos negocios cerraron sus puertas debido a preocupaciones relacionadas con la seguridad. Sin embargo, enfatiza que el panorama actual de Cancún es mucho más optimista y propicio para la inversión, lo que invita a reorientar la atención hacia esta zona de gran tránsito para locales y turistas por igual.
Alvarado critica la expansión desmedida y los precios elevados en áreas de reciente desarrollo, como la avenida Huayacán. Argumenta que el centro de la ciudad, con su excelente conectividad y costos más accesibles, debería ser revalorado. Considera un error estratégico desatender la avenida Yaxchilán, dada su conexión con una multitud de servicios y su actual subutilización, a pesar de su potencial inherente.
En este contexto de renovación, el hotel Xbalamqué ha tomado la iniciativa, emprendiendo una importante remodelación de 2,500 metros cuadrados y la inauguración de un restaurante de cocina maya. Estas acciones forman parte de un plan más amplio para revitalizar el patrimonio cultural y culinario de Cancún, inyectando nueva vida y dinamismo a la zona.
La Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) ha reafirmado su compromiso con el corredor gastronómico de Yaxchilán, prometiendo continuar con inversiones, incentivos fiscales y mejoras en la infraestructura para fomentar nuevas aperturas. Esta colaboración entre el sector privado y las instituciones es fundamental para el éxito del proyecto, y se suma a esfuerzos previos, como los del Fideicomiso para el Fortalecimiento de la Actividad Turística en Quintana Roo (Foatqroo), que en abril ya había identificado y comenzado a buscar soluciones para la recuperación de numerosos edificios abandonados en la zona hotelera de Cancún, con el objetivo de embellecer el paisaje urbano y potenciar su atractivo turístico.